Avalancha de críticas a Carles Puigdemont tras su última publicación en redes

Carles Puigdemont sigue cayendo en picado tras los acuerdos de investidura con el PSOE que en la práctica suponen su renuncia a la vía unilateral. Los que hasta ahora le adoraban, de repente le repudian. Y aprovechan cualquiera de sus publicaciones en las redes sociales para reprocharle su “traición” al movimiento independentista.

Es el caso de su última publicación, el expresident volvía a cargar contra el Estado español, los jueces y la “represión”. Su intención era defender la ley de amnistía como medio para “sacar de encima de nuestro pueblo tantas garras políticas, policiales y judiciales como sea posible”. Pero una vez más, y ya van unas cuantas, le ha salido mal.

Los comentarios a su publicación dejan claro que muchos independentistas no comparten la estrategia de pactos con los socialistas. Mientras, Puigdemont sigue liderando el reajuste ideológico (giro a la derecha) y orgánico (hegemonía del sector Turull) del partido. Todo, con la esperanza de salvar los muebles en las próximas elecciones.

Un mensaje muy de su estilo

Dice Carles Puigdemont en su última publicación que “el Estado español tiene problemas estructurales que no se arreglarán porque son congénitos”. Afirma que “la Audiencia Nacional hace tiempo que tendría que estar disuelta”. Y que “jueces como García-Castellón” tendrían que haber sido condenados “por su vulneración persistente del estado de derecho”.

Apunta que “nuestro objetivo en la lucha antirrepresiva no es sacar a España del pozo del descrédito democrático”. Se trata, dice, de sacarse de encima las garras de la política, la policía y la justicia española. “Una forma de hacerlo”, añade, “es una ley de amnistía que no excluya a ninguno de los perseguidos por defender la independencia de Cataluña”. 

Puigdemont defiende que “sin amnistía integral, que no excluya a nadie, no hay amnistía”, sino “un indulto general que sí está expresamente prohibido”. Acaba mencionando “los GAL del PP” en un intento de volver a ganarse el favor de los suyos. Pero el clima actual en el independentismo parece claramente hostil a Junts y a Puigdemont.

Puigdemont recibe de lo lindo

En los comentarios le recuerdan que “Malgastaste la única oportunidad que hemos tenido en 300 años de recuperar la independencia al suspender la DUI”. Y por eso le recriminan que “no tienes crédito para lamentarte ahora”. Lo triste, dicen, “es que salimos a la calle y seis años después miras los escaños del Parlament y sois los mismos”.

“Qué farsa de amnistía”, la reprochan, “y seguís dando estabilidad a España, lo pagaréis en las urnas”. Algunos comentarios son más tajantes, como “ya me he cansado de tanta palabrería, muy buenas palabras para luego bajarse los pantalones una y otra vez”. Creen que “empieza a perder credibilidad” y le llaman “farsante”.

“Lo que vemos muchos catalanes”, apunta uno, “es que Sánchez es presidente, le han aprobado las leyes y a cambio no se ha obtenido nada”. También que “el PSOE no tendrá que cumplir nada de lo pactado y la amnistía será otro engaño”. Muchos hablan de “decepción” y de “necesidad de nuevos líderes”.

El problema para Carles Puigdemont que sigue intentando aferrarse a un independentismo que ya ha pasado página. Han dado la espalda a los partidos procesistas (ERC y Junts), a los que culpan de la “traición”, y buscan nuevas fórmulas. Como el independentismo identitario de Aliança Catalana o la lista cívica impulsada por la ANC.