Un cordón policial formado por 6 policias irlandeses en una calle de Dublín tras el ataque de varias personas, entre ellos tres niños, con un cuchillo
POLÍTICA

El argelino que apuñaló a tres niños en Irlanda tenía que haber sido deportado en 2003

Así lo aseguran los tabloides británicos


El inmigrante argelino que apuñaló a tres menores y dos adultos a la salida de una escuela tendría que haber sido deportado hace veinte años. Así lo cuenta Modernity News a partir de una información difundida por el Sunday Times. El ataque, investigado como un presunto acto de terrorismo, provocó un estallido de indiganción con disturbios en Dublín.

Según los medios británicos, el autor del ataque tendría que haber sido deportado en 2003, pero permaneció en el país. En parte gracias a la labor de las ONG, los tribunales revocaron la orden y la conmutaron por cinco años de cárcel. Una vez superado ese período, recibió los papeles de ciudadanía irlandesa.

La noticia vuelve a poner en cuestión el modelo de gestión de la inmigración en Europa. En Irlanda, sin ir más lejos, las protestas han estado motivadas por la denuncia del modelo migratorio y sus consecuencias. La respuesta del gobierno ha sido anunciar una nueva ley contra los discursos de odio.

Falta de perspectivas e inseguridad en las calles

La policía sigue investigando el origen de los ataques, que parecen tener una motivación religiosa. Sin embargo, en las últimas horas han aparecido nuevas hipótesis como una venganza del atacante por no recibir ayudas. En el trasfondo hay un caldo de cultivo que lleva tiempo gestándose.

Imagen de los disturbios en el distrito 19 de París en la ola de violencia por la muerte de un joven a manos de un policía.

Dublín, la capital de Irlanda, ha experimentado en los últimos años un boom económico que ha cambiado por completo las estructuras sociales. Muchas compañías punteras del sector tecnológico han llevado sus empresas allí. Esto ha multiplicado las ofertas de trabajo, pero también el precio de la vida y de la vivienda.

El resultado es una clase media de trabajadores no cualificados que quedan marginados del nuevo modelo social y económico. Estos “perdedores” del boom económico culpan de su situación al crecimiento exponencial de inmigrantes que llegan a Dublín. A todo ello se suma el aumento de la inseguridad en las calles.

Degradación de los barrios

El centro de la capital, exponente del crecimiento económico, contrasta con la rápida degradación de los barrios de la periferia. Como sucede en otras grandes urbes europeas como París o Marsella, el grueso de la inmigración se concentra en estos barrios. Los mismos donde vive la clase media trabajadora que se siente desplazada.

Los disturbios están protagonizados sobre todo por jóvenes que han visto desaparecer sus perspectivas al mismo ritmo que aumenta el flujo migratorio. Estos consideran que el modelo multicultural europeo ha fracasado y piden mano dura contra la inmigración. Los extranjeros se sienten ahora en el punto de mira, y temen por su seguridad.

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