Anna Simó destina 50 millones al grupo de expertos sin conocer aún sus propuestas
La consejera reconoce que aún no ha hablado con ellos pese a que tenían que presentar sus conclusiones a finales de ener
Si hay un área que refleja con toda crudeza la incompetencia del Govern de la Generalitat es la Consejería de Educación. El departamento que dirige Anna Simó es el segundo que más dinero recibe de los presupuestos, y el que menos resultados muestra. El Govern aumentó un 11% la asignación en 2023 (6.960 millones de euros), y según el informe PISA los alumnos catalanes están en la cola en cálculo y comprensión lectora.
El Govern prevé aumentar un 10% más la aportación para la consejería, que prevé destinar 50 millones al grupo de expertos para mejorar la educación. La propia consejera ha reconocido no saber qué medidas van a proponer, a pesar de que tendrían que haber dado las primeras conclusiones en enero. Una muestra más de la improvisación de una de las consejerías más desprestigiadas del Govern de Generalitat.
Además de la mejora de las competencias del alumnado, la consejería quiere invertir el dinero en desplegar el decreto de la escuela inclusiva, fomentar el catalán y revertir los rectores del sector. Mientras, sigue el malestar de la comunidad educativa por el peso que la Fundació Bofill tiene sobre el modelo educativo catalán. Este lobby, que ha disparado sus ingresos en los últimos años, propone cosas tan innovadoras como que los alumnos pasen de curso con asignaturas suspendidas y potenciar experiencias de aprendizaje empoderadoras.
Sin noticias de los expertos
Acechado por las críticas a raíz del informe PISA, el Departament d’Educació tomó la decisión de crear un grupo de expertos. La medida fue muy criticada, ya que de los 18 elegidos cinco pertenecen a la Fundació Bofill y tres a la Associació Rosa Sensat (otro lobby conectado con la Generalitat). Un hecho que pone en entredicho la independencia de los expertos y siembra la sospecha de las “puertas giratorias” en Educación.
Cuando se formó el grupo de expertos se estableció un calendario según el cual se tenían que exponer las primeras conclusiones a finales de enero. Un mes después, seguimos sin noticias de su trabajo. “El jueves se reunieron con los grupos parlamentarios, ya me explicarán lo que les dijeron porque yo todavía no he hablado con ellos”, afirmó Simó.
Apuesta por la escuela inclusiva
La Consejería de Educación priorizará el decreto de la escuela inclusiva a la hora de distribuir el dinero de los presupuestos de 2024. El departamento que dirige Anna Simó destinará 626 millones, 35 más que el año pasado, a aumentar los recursos para la aplicación de este decreto. Su previsión es contratar 400 personas más entre maestros de educación especial, psicopedagogos, fisioterapeutas y educadores sociales.
La otra gran prioridad será el gasto para personal docente, con una partida de 67,5 millones para revertir los recortes. Forma parte del acuerdo al que llegaron Educación y los sindicatos, aunque sin la aprobación de los sindicatos mayoritarios USTEC y Profesores de Secundaria. Mientras la educación se cae a pedazos en Cataluña, la consellera habla de vincular las políticas educativas a las políticas sociales como eje de los presupuestos de 2024.
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