La ANC prepara su venganza contra ERC y Junts
Amagan con presentar lista propia a las próximas autonómicas
¿Puede tener futuro una nueva lista independentista encabezada por Dolors Feliu y las siglas de la ANC? La que se considera principal “organización civil” del independentismo cree que sí. Por eso, ante la posibilidad cada vez más cierta de que ERC y Junts acaben haciendo Presidente a Pedro Sánchez, amagan con saltar al ruedo electoral.
¿En qué fundamentan sus planes?
Para otorgar una base a su plan, parten del resultado de una consulta. ¿De cuál en concreto? Pues de la que realizó el Consell per la República sobre la conveniencia o no de que el independentismo catalán apoye a Sánchez en su intento de convertirse en Presidente.
En dicha consulta, un 74,9% de los votantes indicó que Carles Puigdemont debía bloquear la investidura. El problema es que, sobre 90.000 posibles votantes, solo votaron 4.021. La cifra equivale a un 4,45% del censo.
¿Cuánto pesa el independentismo más irredento?
Queda, por tanto, una pregunta sobre la mesa. Y esa no es otra que la que nos interroga sobre el peso real del irredentismo independentista. Dolors Feliu, que procede de Convergència, acercó a la Asamblea Nacional Catalana a Junts.
La anterior presidenta, Elisenda Paluzie, procedía de ERC. Lo cierto, con todo, es que el independentismo con cobijo en las instituciones parece jugar a favor de la realpolitik. El independentismo mágico (el de volem un país on hi hagi gelat per postres cada dia) queda así para la denominada “societat civil”.
¿Qué se esconde detrás de ese término? Una particular amalgama de activistas más dados a las manifestaciones, los intentos de –como dicen ellos- “plantar cara” y la agitación callejera en la Meridiana.
Dolors Feliu alarde a menudo de ser la responsable de haber roto el pacto Junts/ERC en la Generalitat. En la Diada, se dedicó también a “presionar” a las dos formaciones independentistas más importantes. Les decía que nada de lo que ocurra “En España” debe preocupar a un independentista auténtico.
Ahora, parece, pretende testar de verdad su fuerza en unas elecciones. Veremos si llega a algo o la ANC se convierte en la nueva UDC, aquel partido al que todos temían y demostró no tener votantes.
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