Un hombre mayor con camisa azul está en primer plano, mientras que en el fondo se ven muchas personas con banderas catalanas.
POLÍTICA

La ANC denuncia un 'ataque fascista' y hasta los indepes les sacan los colores

La entidad independentista ha vuelto a hacer el ridículo

La Assemblea Nacional Catalana (ANC) eligió recientemente a Lluís Llach como nuevo presidente con la intención de volver a levantar el vuelo. Pero parece que está teniendo el efecto contrario. No solo no ha logrado volver a movilizar a las bases independentistas, sino que sigue perdiendo credibilidad a marchas forzadas gracias a las ocurrencias y salidas de tono de sus dirigentes.

La entidad había convocado este fin de semana una manifestación contra los jueces, que pretendía ser multitudinaria para calentar motores de cara a la Diada de este año, el 11 de septiembre. El resultado fue otro fiasco. Además de la escasa participación, se demostró una vez más que la ANC ha acabado siendo otro reducto de Puigdemont.

La Assemblea, con su nuevo presidente al frente, ha pedido a los catalanes que defiendan a Puigdemont de los jueces y la policía cuando regrese a España. En su primer intento de demostración de fuera ha reunido apenas a un millar y medio de personas. 

Y por si no fuera suficiente, esta mañana la ANC ha vuelto a hacer el ridículo en la resaca de la victoria de la Selección Española.

Denuncian un 'ataque fascista'

La coronación de la Selección en la final de la Eurocopa desató anoche la euforia en todos los rincones de España. También en Cataluña, donde se ha evidenciado un apego creciente sobre todo de las nuevas generaciones hacia el sentimiento desacomplejadamente español. Pues bien, la ANC ha denunciado en su cuenta de X un “ataque fascista” y ha advertido que “no nos intimidarán”.

El ataque “fascista” consiste nada más y nada menos que en la pegada de banderas españolas en una de las sedes de la ANC. Una gamberrada que la entidad ha aprovechado para volver a tirar de victimismo y ya de paso (nunca está de más) denunciar el estado español “antidemocrático”. 

La publicación ha provocado centenares de mensajes, que demuestran que ya ni siquiera los indepes tragan ya con la propaganda procesista.

Ya ni los indepes les siguen 

“Esto no es un ataque fascista” dice uno de los comentarios, y otro que “protestar no es terrorismo ni pegar carteles fascismo”. Uno dice que “soy independentista y me reviente que tildéis de fascistas y racista cualquier actuación de quien no piensa como vosotros”. Otra que “esto no es un ataque fascista, dejad de llorar y de decir imbecilidades panda de ridículos”.

Un hombre con gorro negro y gafas verdes, con una multitud y banderas de fondo.

“Esto no llega ni a gamberrada”, se puede leer, “dejad de pervertir el lenguaje, con esto ya haríais algo de utilidad”. Otro, en plan irónico, dice: “Muy bien, ¿la próxima camiseta para cuándo?”. Son muchos los comentarios que les acusan de “banalizar el fascismo”, y lamentan la deriva de una entidad que fue bastión de la movilización y ahora no sirve “ni para sacar pegatinas”.

La doble moral 

Por cierto, que es cuanto menos llamativo que la ANC llame fascista pegar cuatro banderas españolas en una pared. Y en cambio considerara normal llamar al boicot de empresas españolas o incluso empresas catalanas que simplemente no rotulaban en catalán. 

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