Dos hombres en trajes oscuros hablando en un podio de madera con fondo de madera.
POLÍTICA

Ignacio Garriga y Alejandro Fernández brillan en Cataluña con el PP y Vox ardiendo

La crisis de los partidos de la derecha en Madrid contrasta con su auge en el nuevo escenario catalán

El debate de política general en el Parlament, esta semana, ha permitido a los líderes de PP y Vox lucirse. El dirigente popular Alejandro Fernández ha ofrecido una alternativa para Cataluña, basada en la reducción de la presión fiscal, la mano dura contra la delincuencia y la mejora educativa. Por su lado el dirigente de Vox, Ignacio Garriga, se ha centrado en la inmigración y la inseguridad rebatiendo al gobierno de Salvador Illa con datos.

Alejandro Fernandez hablando en un podio con micrófonos.

Sus discursos han tenido un notable impacto en la opinión pública en Cataluña que no ve en el gobierno de Salvador Illa un modelo alternativo al procesismo. Sus dotes oratorias y la solidez de sus exposiciones consolidan a los dos partidos en una posición cómoda dentro de la oposición. El PP con los 15 diputados que triplican la fuerza que tenía en la anterior legislatura, y Vox manteniéndose en la zona media como quinta fuerza.

Pero además, las figuras de Alejandro Fernández e Ignacio Garriga adquieren más fuerza ahora que sus partidos nacionales andan en crisis. Feijóo con la rebelión interna en el PP tras votar a favor de una reforma que beneficia a 44 presos de ETA. Abascal con una nueva crisis interna en Vox por el mismo error que el PP en la votación, y por el cese de Rocío Monasterio que ha acusado a la dirección de autoritaria.

Crisis en el PP y la guerra Fernández-Feijóo

El error del PP en la votación que beneficia a los presos de ETA reaviva las diferencias entre Alejandro Fernández y la dirección nacional del partido. El presidente del PP catalán puso un tuit que sonaba a dardo contra Feijóo: “Hoy es un día ideal para recordar el lema fundacional de nuestro partido, España y Libertad, y sus consecuencias: apoyo máximo a las Víctima del Terrorismo y batalla de las ideas frente al separatismo y la extrema izquierda”.

Aunque la fuerza de los hechos llevaron a Feijóo a mantener a Fernández en su puesto, la distancia entre los dos no se ha reducido. Fernández sigue defendiendo la connivencia cero con el separatismo y denunciando siempre que puede, como en este caso, los errores estratégicos de su partido. La batalla entre ambos cobra ahora una nueva dimensión a raíz de los rumores de un posible acercamiento entre el PP y Junts en el Congreso.

Fernández no tiene planeado encabezar ninguna rebelión contra Feijóo y siempre ha dejado claro que su lugar es dando la batalla en Cataluña y no en el Congreso. Pero son muchos quienes creen en el PP que Fernández representa el verdadero espíritu de su partido y el que debe guiar su política en los próximos años. Por eso desde el Parlament puede marcar el rumbo del PP en Madrid, sobre todo consolidando su auge en Cataluña como en su intervención esta semana en el debate de política general.

Ignacio Garriga y la crisis de credibilidad en Vox

Las cosas no andan mucho mejor en Vox, donde esta semana han estallado dos crisis que aumentan las dudas sobre la dirección. Una por el error de Vox en la votación sobre los presos de ETA, que ha provocado el enfado mayúsculo de Santiago Abascal. Otra, por la decisión de Abascal de cesar a Rocío Monasterio, que ha anunciado que deja la política y ha acusado a la dirección de Vox de elegir a dedo el comité ejecutivo de Madrid.

La denuncia de Rocío Monasterio ahonda en la crisis interna abierta tras la dimisión de Iván Espinosa de los Monteros, en verano de 2023. Esto, y el error en la votación de esta semana, ha trasladado una preocupación evidente en la sede de Bambú. Creen que el partido afronta una crisis de credibilidad, y que errores como este pueden salirle caro a Vox justo cuando más debilitado está el Gobierno de Pedro Sánchez.

Pero mientras las cosas van mal dadas para Vox en el Congreso, en el Parlament Ignacio Garriga daba un discurso que ha sido muy aplaudido en Cataluña. A nadie se le escapa que el catalán es ahora mismo el mejor activo de Vox para relanzar el partido a nivel nacional, y Cataluña el escenario ideal para reforzar su mensaje sobre inmigración y seguridad. Por ahora nadie piensa en un relevo de Abascal, figura intocable dentro de Vox, pero igual que Fernández, Garriga representa para muchos la esperanza de un nuevo rumbo en la formación identitaria.

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