Ada Colau se transforma

Ada Colau se ha hecho viral estos días por el cambio de look que ha lucido en la puesta de largo del nuevo gobierno. Pero su transformación física va de la mano también de un cambio sustancial en sus ideas. La izquierda ha cargado duramente contra ella por sus declaraciones sobre Podemos. 

“La gente está muy cansada del ruido y no hay que olvidar que estamos aquí al servicio de la gente”, dijo Ada Colau en los micrófonos de La Sexta. La exalcaldesa de Barcelona se refería así a la tensión entre Sumar y Podemos. Sus palabras se han hecho virales, y han generado un gran revuelo.

Muchos lamentan su evolución de activista contra los desahucios a ariete de la campaña contra Podemos. Sus declaraciones llegaron en medio de la polémica por la liquidación de Iole Belarra e Irene Montero como ministras. Está claro que las palabras de Ada Colau han generado tanta controversia como su nuevo look.

La nueva Ada Colau enciende a la izquierda

“De todos los giros tristes y miserables, de todas las actitudes bochornosas e indignas la que más me apena con diferencia es la de Ada Colau”. Así se expresa la exeurodiputada de Podemos Estefanía Torres tras escuchar a la exalcaldesa de Barcelona. Es solo un ejemplo de las decenas de mensajes publicados en las últimas horas.

Le recuerdan a Ada Colau que “llegó donde llegó precisamente por hacer mucho ruido y gracias a Podemos”, y la llaman “miserable” e “indigna”. “Decepción” es la palabra más repetida para definir la evolución política de Ada Colau. De alguna forma la hacen cómplice de la vendetta de Sumar contra las ministras de Podemos.

También han sido muy comentadas sus declaraciones sobre la oferta que recibió para ser ministra, y que rechazó. La acusan de tener el síndrome de Feijóo, por aquello de "no soy presidente porque no quiero". Algunos aprovechan su nuevo look para hurgar en la herida, y dicen que "no es miss universo porque no quiere".

De antisistema a vivir del sistema

Efectivamente, hubo un tiempo en el que Ada Colau lideró la efervescencia del movimiento antisistema en la Barcelona de los desahucios. El ascenso de la fundadora de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca a alcaldesa de Barcelona generó una oleada de euforia en la izquierda. Su ejemplo confirmaba de alguna manera que “sí, se puede”.

Pero su etapa como alcaldesa no estuvo exenta de polémica. Las transformaciones sociales prometidas no aparecieron, y la ciudad se degradaba al mismo ritmo que ella y su marido se enriquecían en el ayuntamiento. Poco a poco, la exactivista se fue distanciado de la calle para acomodarse en las instituciones.

La pérdida de la alcaldía fue un duro golpe para alguien que se había acostumbrado al poder, así que la exalcaldesa intenta encontrar su lugar en la nueva izquierda. La nueva izquierda representada por Sumar, claro. Aunque esto suponga ir en contra de todo aquel ruido que hace no tantos años la puso donde está.