Acuerdo en la UE para más mano dura contra la inmigración
Los Veintisiete llegan a un acuerdo para reforzar el control fronterizo
La Unión Europea ha dado un paso importante en la reforma de la política migratoria que lleva tiempo encima de la mesa. El Parlamento europeo y el Consejo Europeo han llegado a un acuerdo para aprobar el Pacto de Migración y Asilo. Se trata de una reforma de la política migratoria común en un sentido restrictivo.
El Pacto de Migración y Asilo contempla un mayor control de las fronteras exteriores de la UE, y abre la puerta a que los gobiernos puedan rechazar la acogida de inmigrantes. Lo que hasta ahora era una obligación, ahora pasa a ser una solidaridad voluntaria. Los países pueden cambiar la acogida por el pago de una compensación.
El acuerdo se ha cerrado tras una intensa noche de negociaciones, y los negociadores lo han celebrado como un éxito. Al fin se ha impuesto la tesis de la necesidad de reforzar las fronteras y endurecer las condiciones de asilo. A partir de ahora, los inmigrantes tendrán que ser identificados mientras se resuelve su expediente.
Euforia por el acuerdo sobre inmigración
No cabe duda de que Europa se encuentra en un momento clave de la crisis migratoria, que había dejado obsoleto el viejo modelo. El acuerdo ha desatado la euforia en las instituciones europeas. La presidenta del parlamento europeo, Roberta Metsola, ha afirmado que el día de hoy “pasará a la historia” de la unión.
“Estoy muy orgullosa de que con el Pacto sobre la Migración y Asilo hayamos conseguido ofrecer nuevas soluciones”, ha afirmado. El vicepresidente del parlamento, Margaritis Schinas, ha hablado de “punto de inflexión”. El plan tendrá que ser ahora implementado con un largo proceso de reuniones técnicas que se extenderán durante semana.
De hecho, el acuerdo tendrá que pasar por la Eurocámara y ser aprobado por los países miembro para ser oficial. En Bruselas hay la convicción de que finalmente se ha llegado a una decisión de consenso. El nuevo mecanismo de solidaridad a la carta permitirá reajustar la llegada de inmigrantes sin tensión.
Más difícil quedarse
Según el nuevo acuerdo, cuando un país se encuentro desbordado por la llegada masiva de inmigrantes, el resto tendrá que responder. Podrá hacerlo de dos maneras. O aceptando la reubicación de parte de esos recién llegados, o pagando una compensación por cada una de las personas que rechace.
Se ha llegado así a una solución intermedia, que resuelve el conflicto entre los países de llegada y de destino. Este sistema se complementará con el mecanismo de crisis o fuerza mayor defendido por España e Italia, países de llegada. Este establece un sistema obligatorio de cuotas de acogida en situaciones extremas.
En las negociaciones se han tratado también temas polémicos como el de los colectivos más vulnerables, incluyendo familias y menores no acompañados. Estos no podrán ser incluidos en las deportaciones de quienes vean rechazado su expediente de asilo. Pero la realidad es que con el nuevo acuerdo los recién llegados lo tendrán más difícil para quedarse.
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