Pedro Sánchez con la rosa del PSOE marchita

OPINIÓN

PSOE: Pedro Sánchez Optimiza Emociones

El presidente del Gobierno deja de un lado la razón para jugar con las emociones y el amor como argumento político

Pedro Sánchez va camino de ser el primer presidente del Gobierno de España que contará con un reality propio en Mediaset cuando deje el cargo. Sorpresa tras sorpresa, el líder socialista hizo este miércoles un nuevo giro de guion inesperado y se ha tomado un tiempo para meditar si sigue. La respuesta será este lunes, en prime time, en plena campaña catalana.

Se me ocurren varios motivos para intentar comprender la decisión de Pedro Sánchez. Puede ser que realmente esté harto y se quiera ir, cansado de funambulismos y concesiones para mantener el poder. No se descarta en algunos sectores que algo haya, que la UCO haya avisado a Sánchez que saldrán más cosas.

Ahora bien, lo más plausible es que Pedro Sánchez busque simplemente humanizarse, sentir el cariño de los suyos, recuperar la calle. Volver a convertir la política en un juego de emociones y no de hechos. Tengan en cuenta que han pasado 9 meses de las elecciones y la única obra de gobierno de Pedro es la ley de amnistía.

Fotomontaje de Pedro Sánchez con su mujer, Begoña Gómez

La carta de Sánchez, visiblemente mal escrita y totalmente impulsiva, es un giro de volante extraño y de consecuencias imprevisibles. Es evidente que uno debe proteger a su familia y si se demuestra que todas las acusaciones eran falsas, alguien debería pagar por ello. Ahora bien, fue el mismo Sánchez y el PSOE quienes atacaron a Feijóo por fotos antiguas, quienes pusieron el dedo en la llaga del hermano de Ayuso y auparon a Óscar Puente cuando señaló a varios periodistas.

Puedo llegar a entender la frustración y el enfado de Pedro Sánchez en cierto punto. Sin embargo, coincido plenamente con Pepe Antich, director de El Nacional. En su editorial de ayer jueves afirmaba que "en política se viene llorado de casa". No es nada nuevo que se ponga la lupa en las parejas de los cargos públicos. 

La mujer del César no solo debe ser honrada, debe parecerlo. Y aquí es donde Pedro Sánchez debería hacer también autocrítica, porque él es en parte culpable de la polarización política que vive España. Su uso del mote fascismo, extrema derecha y el ataque de su gobierno a empresarios y sociedad civil ha contribuido a la escalada belicista de la política española.

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene durante el cierre de la campaña electoral del PSdeG-PSOE, en el Pavillón Fontiñas, a 16 de febrero de 2024, en Santiago de Compostela

El chantaje emocional de Pedro Sánchez

Estamos en tiempo de trincheras y es también culpa de Pedro Sánchez. O estás conmigo, o estás contra mí. O me votas, o viene el coco. No importa mi proyecto ni mis ideas, debes darme tu confianza porque yo soy el bueno y los otros son los malos.

Si se fijan, la carta de Pedro Sánchez sigue este mismo patrón. Olvida la razón para centrarse en las emociones, busca el cariño de la sociedad no por su obra política, sino como hombre que sufre por amor. Si hacemos caso a su currículum, el presidente no piensa en dimitir, sino en usar el chantaje emocional.

Mientras tanto, el PSOE vive con miedo la decisión de su líder. El partido ya no existe, no tiene casi poder territorial y se ha convertido en una simple extensión del propio Sánchez. Se han apartado los críticos y parece imposible que se puede sobrevivir en Moncloa sin Pedro. Es el precio que deberán pagar los socialistas por mantener el poder a toda costa. Sin Sánchez, la nada.

Pedro Sánchez Optimiza sus Emociones para ganar tiempo y que el debate público se desvíe. No descartamos nada, ni que deje el Gobierno y busque su redención en las europeas. Con el actual presidente del Gobierno, todo puede suceder. Recuerden: él no miente, rectifica.

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