Primer plano de Pere Aragonès en blanco y negro, con fondo rojo, mirando hacia el cielo
OPINIÓN

Pere Aragonès ya no es el mismo

El candidato de Esquerra pasa al ataque contra Puigdemont y Salvador Illa, de un modo curioso

Pere Aragonès ya no es el president de la Generalitat amable, que sonríe y no confronta. El candidato de ERC ha mutado en un ver y no ver, obligado por las circunstancias y, sobre todo, por las encuestas.

Si se acuerdan, Esquerra llegaba a la campaña electoral queriendo "hablar de propuestas y no de candidatos". Aragonès y sus asesores querían hacer llegar el mensaje que Salvador Illa solo hablaba de Sánchez, Puigdemont, de él mismo y el candidato republicano, de Cataluña.

Esa era la idea inicial y el president se pasó semanas lanzando varias ideas, desde una financiación singular, hasta la de un referéndum acordado. Lo hizo bajo el paraguas de la Generalitat, pero sin demasiada suerte. Ningún otro partido entró en el trapo, en una especie de acuerdo para arrinconar a Pere Aragonès.

El presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès, interviene durante una sesión plenaria, en el Parlament, a 5 de marzo de 2024, en Barcelona, Catalunya

Y, claro, es de suponer que la estrategia de ERC no trajo los frutos deseados en proyección de escaños. Esquerra ha decidido pasar al ataque y basar su discurso en atacar a sus dos rivales. Asume, de facto, su tercera posición y solo le vale ahora el mensaje del miedo: cuidado, que llega la sociovergencia.

El podcast de Sergi Sabrià y Oriol Duran, los jefes de campaña de los republicanos, va en este sentido. Ridiculizar a Junts y al PSC e intentar -de un modo un poco desesperado- hacer ver que solo Pere Aragonès puede gestionar la Generalitat de Catalunya.

Al candidato de Esquerra no se le ve demasiado cómodo en su nuevo papel. Más que nada porque no consigue ni así que Illa y Puigdemont hablen de él, de modo que sigue fuera del foco. Aragonès lo intenta, es cierto, pero no le queda bien ser otra persona.

Fotomontaje con una imagen de fondo del Parlament y al frente Salvador Illa, Carles Puigdemont y Pere Aragonès

Aunque lance mensajes contra Puigdemont, no recibirá atención desde Argelers. Si busca que Pedro Sánchez hable de su persona, se deberá esperar hasta el día 13. Tanto socialistas como juntaires saben que hay cierto voto que aún no se ha decidido entre ellos y Esquerra. Evitar entrar en un cuerpo a cuerpo les hace parecer más afables, menos crispados.

A Pere Aragonès, en cambio, solo le queda usar todas las estrategias posibles. A diferencia de los otros, él tiene mucho a perder si no gana y, de momento, va en tercera posición. El problema es que las campañas electorales sirven más para fastidiarla, que no para hacer llegar tu mensaje y convencer a una bolsa grande de electores.

Haría bien Esquerra, pues, en confiar más en los errores de los otros que no en una estrategia basada en el ataque constante a tus adversarios. Primero, porque no le queda bien a Pere Aragonès ser otra persona y, segundo, porque tiene toda la pinta que si quieren seguir tocando poder, deberán pactar con alguno de los dos.

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