En Navidad, soñar es gratis
De acuerdo con el 99% de las películas navideñas, solo hay que creer en la magia de estas fechas para que los sueños se cumplan
De acuerdo con el 99% de las películas navideñas, solo hay que creer en la magia de estas fechas para que los sueños se cumplan. Por una vez, fiémonos de Hollywood y dejemos nuestros sueños volar.
Soñemos que en 2025 a Begoña le ofrecen una cátedra en Alcalá Meco, patrocinada por la Federación Española de Saunas.
Soñemos que hay huelga de puticlubs y el grupo parlamentario del PSOE pasa a convocar sus reuniones plenarias en Bangkok.
Soñemos que Alberto Núñez Feijóo recibe el premio al Letargo Catatónico del año de parte de la Fundación Joe Biden.
Soñemos que John Denver en persona se presenta en Waterloo para exigir disculpas de Carles Puigdemont y romperle la guitarrita a patadas.
Soñemos que Yolanda Díaz, gracias a terapia cognitiva, alcanza por fin un IQ de dos dígitos.
Soñemos que Gabriel Rufián ficha por Armani, aunque sea solo por dieciocho meses.
Soñemos que alguien consigue hacerle entender a Santiago Abascal (mediante hipnosis, mediante chantaje, mediante lobotomía, como sea) que de lo que se trata es de ganar elecciones.
Soñemos que la reina Letizia concluye de una vez (se está haciendo largo el proceso) su transformación en escorpión cubierto de pashminas.
Soñemos que alguien consigue que Ferreras se cambie de ropa.
Soñemos que Irene Montero recibe un sentido homenaje de la Hermandad de Violadores y Abusadores, en las penumbras vespertinas de la Casa de Campo, con Íñigo Errejón de maestro de ceremonias.
Soñemos que tenemos tanto dinero como el dentista de Miriam Nogueres.
Soñemos que Joel Joan se ducha.
Soñemos que Ábalos & Koldo enchufan a todas sus amigas en el Ministerio de Igualdad y lo convierten en una franquicia de Victoria's Secret.
Soñemos que alguien inventa un dispositivo revolucionario capaz de hacer que una patera gire 180 grados y se vuelva por donde ha venido (hasta el momento, ningún ejército del mundo lo ha conseguido).
Soñemos que Bill Gates es secuestrado por un grupo de vacas lecheras y lo matan a base de pedos de metano.
Soñemos, en fin, que soñar es gratis y los sueños, ya lo dijo el clásico, sueños son.
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