La carrera de fondo de Tània Verge

Vaya por delante que los asesinatos a mujeres son un drama con el que nadie debe frivolizar nunca. Que la igualdad real entre hombres y mujeres debe ser algo inherente en la sociedad y que se trata de asuntos tan serios que nadie debería hacer negocio. Cuando alguien mata a su pareja y a sus hijos, el peso de la ley debe caer contra él y las administraciones deberían investigar si lo podrían haber evitado. Destinando más recursos policiales, al control de las denuncias y a un sistema judicial que no colapse y sea ágil.

Nada de esto está pasando, todo lo contrario. Llevamos veinte años de políticas que dicen ser feministas y que pretenden -aseguran- acabar con las violencias machistas y los asesinatos. Los datos dicen todo lo contrario: no solo no disminuyen, sino que aumentan. El argumento que esgrime quien despliega estas políticas es que ahora hay más concienciación y, por tanto, más denuncias.

Una carrera de fondo sin datos ni certezas 

En este sentido, Tània Verge, consejera de Igualdad y Feminismos, aseguraba el pasado viernes que esto era "una carrera de fondo". "Esto no es un sprint, solo hace 20 años que existen políticas para combatir las violencias machistas". Es evidente que yo no soy uno de esos expertos que forman parte de sus fundaciones, observatorios o entidades, pero queda claro que algo está fallando.

Llevamos dos décadas desarrollando unas políticas que nos han costado miles de millones de euros públicos sin que bajen los asesinatos machistas. Es más, la misma consejera admite que ahora hay una "contrarreacción" global a estas medidas. Quizás sería el momento de analizar que su perspectiva no es correcta, que la violencia contra las mujeres sigue y se amplifica y que, solo quizás, están equivocados.

Tània Verge afirmaba que los estudios que tiene sobre si hay un efecto mimético en casos de violencia machista "no son concluyentes". Parece que harán falta más expertos, más mesas de debate, más comisiones y estudios. Dinero público que no soluciona en absoluto los asesinatos, que solo sirve para reforzar una línea de actuación, sin escuchar a policías como Samuel Vázquez, que hace años que denuncia el negocio montado alrededor de la violencia contra las mujeres.

Es más, la consejera de Feminismos señala a los medios de comunicación. Pide a los medios hacer un esfuerzo "más grande". "Debe ser una cura constante y lo deben hacer todos. Si hay uno solo que hace mala praxis, está victimizando las víctimas y puede estar provocando estas consecuencias".

Es decir, Verge insinúa que los medios podrían ser responsables de otros asesinatos machistas. Se trata de una acusación durísima, sin explicar qué cree que es mala praxis y, quizás, imponiendo un único punto de vista de la realidad. Insisto: uno debe condenar siempre cualquier tipo de violencia, y a la vez tiene el derecho en denunciar que las políticas actuales de dirigentes como ella no sirven, no dan resultados.

No vale el argumento de que solo llevamos 20 años. No puede ser que la excusa sea de que se trata de una carrera de fondo mientras destinamos más de 115 millones de euros al año a su departamento. Si algo no funciona, si no da resultados, el deber público es contemplar otros puntos de vista, invertir en otras fórmulas. Hasta dar con la buena.