El día que Rocío Carrasco recordó cuál era el problema de Amador Mohedano

Amador Mohedano y Rosa Benito se separaron en 2013, después de que la colaboradora ganase Supervivientes 2011. El exmatrimonio responsabiliza a Telecinco de lo que sucedió, concretamente al programa Sálvame y a sus colaboradores. Sin embargo, Rocío Carrasco tiene otra versión de los hechos que ya dio en su segundo documental.

Rocío Carrasco asegura que el verdadero problema de Amador y Rosa no ha sido los medios de comunicación. Supuestamente Mohedano no se comportó de forma honesta con su exmujer y ella se terminó enterando de la peor forma. Rociíto asegura que Rosa Benito descubrió un presunto engaño económico de Amador y no se lo perdonó nunca.

Rocío asegura que los conflictos entre Rosa Benito y su exmarido no empezaron en 2013, presuntamente vienen de mucho antes. Concretamente desde que murió Rocío Jurado y dejó una suculenta herencia a sus espaldas. Carrasco asegura que cuando se sentaron con el notario salió una deuda de Amador Mohedano que Rosa no conocía.

“Cuando estábamos en aquella negociación de la herencia, Amador tenía una deuda aproximada de 500.000 euros con Hacienda. Se enteró la notaría entera de las voces que le daba su mujer y le dijo que se ahorcase. 'Ahorcate Amador Mohedano', le dijo y yo me acerqué a ella”, relata Carrasco.

Rocío Carrasco ya ha destapado cómo empezó todo

Rocío insiste en que el matrimonio de Rosa Benito y Amador Mohedano no era idílico, en 2006 empezaron los problemas. Insiste en que todo empezó por la supuesta poca transparencia que Amador tenía con su exmujer. Sin embargo, Carrasco asegura que dio la cara por Mohedano porque el comentario que hizo Benito fue muy desafortunado.

“Yo me acerqué a ella y le dije que fuese la última vez que le faltaba al respeto así a mi tío”, aseguró la mujer de Fidel Albiac. También ha explicado el otro problema del exmatimonio, el motivo por el que no quieren saber nada de ella.

Rocío asegura que Rosa y Amador querían la herencia de Rocío Jurado para sanear sus cuentas, por eso estaban tan tensos. Según cuenta, cuando descubrieron que Carrasco tenía más de lo que pensaban empezaron las diferencias.

“Querían la herencia para hacer frente al problemón que había originado Amador y Rosa estaba muy caliente en ese sentido”. Estas declaraciones todavía siguen teniendo peso.