Lydia Lozano tiene un problema con el Ejército por culpa de Juan Carlos I
Lydia Lozano ha tenido un problema con la autoridad militar al dar la última hora de Juan Carlos I para Canal Quickie
Las fotografías recientemente filtradas de Juan Carlos I y Bárbara Rey en actitud cariñosa, continúan acaparando titulares y desatando una tormenta mediática. Lydia Lozano y María Patiño han ido a las puertas de un cuartel militar para informar para Canal Quickie sobre información nueva a la que han tenido acceso. En las puertas del cuartel, Lydia Lozano ha tenido un problema con el Ejército tras hablar de Juan Carlos I.
Según las periodistas, las fuerzas del Estado habrían tenido acceso a información clave sobre la vida privada del emérito. Con la esperanza de desvelar nuevos detalles sobre la polémica, Lozano y Patiño se dirigieron al Acuartelamiento Capitán Guiloche, un lugar estratégico donde podrían obtener algún indicio revelador.
En plena grabación para el programa Ni que fuéramos de Canal Quickie, las dos comunicadoras comenzaron a hacer varios vídeos a las puertas del cuartel. Los cañones que decoran la entrada del cuartel se convirtieron en el centro de atención de las reporteras. Ambas vieron en ellos una oportunidad para añadir dramatismo a sus imágenes, posando y apoyándose en uno de los misiles que flanquean la entrada.
Lydia Lozano tiene un problema con el Ejército al informar sobre la última hora de Juan Carlos I
Sin embargo, lo que parecía una sencilla conexión en directo se convirtió rápidamente en una situación tensa. Varios militares se acercaron a las periodistas para darles un toque de atención, interrumpiendo su transmisión en directo.
Lozano y Patiño, visiblemente incómodas, dejaron de inmediato lo que estaban haciendo y se prepararon para marcharse. En las imágenes, aunque ya sin sonido, se puede ver cómo ambas se alejan apresuradamente del misil mientras repiten nerviosas: "Vámonos, vámonos". En un tono más inquieto, María Patiño incluso llega a decir: "Nos van a detener", mientras explica al equipo que no lleva consigo el DNI, lo que podría generarle problemas adicionales.
La tensión aumentó cuando uno de los militares se dirigió directamente a ellas: "Buenas tardes, ahí no se puede grabar", dijo con tono firme. Lydia Lozano, intentando minimizar el incidente, respondió rápidamente: "No, no hemos grabado ahí". Sin embargo, el militar no tardó en replicar: "Sí, os hemos visto con la cámara".
A lo que Lozano, tratando de suavizar la situación, respondió de nuevo: "Era el cañón solo, si el cañón está en la calle". El cámara, que también había sido testigo de la intervención militar, añadió que se les había indicado que no enfocaran hacia el interior del cuartel.
Lydia informa que el percance no ha ido a mayores
A pesar del ambiente tenso, Lydia Lozano intentó mantener la calma y salir airosa de la situación: "Bueno, ya está. Si ya nos vamos", dijo con serenidad.
Pero la insistencia de Patiño fue notoria, ya que, en un intento de continuar con su trabajo, añadió: "No, que tenemos que hacer otra entrada. Pero al cuartel no vamos a enfocar".
Una vez que la situación se calmó, las periodistas regresaron al directo. En ese momento, Lydia Lozano se dirigió a la audiencia de TEN y de Ni que fuéramos para explicar lo sucedido.
"Dos personas han venido para indicar que no podemos grabar al cuartel, cosa que comparto", comentó la periodista. Su tono relajado y conciliador parecía estar dirigido a tranquilizar tanto a la audiencia como a las autoridades, que habían intervenido para evitar la grabación.
A pesar de lo sucedido, el percance no fue más allá de una pequeña reprimenda por parte de las fuerzas del orden. Ni Lozano ni Patiño tuvieron que enfrentarse a mayores consecuencias, aunque el susto quedó patente en sus reacciones. La búsqueda de la última hora sobre Juan Carlos I había llevado a las periodistas a una situación inesperada con las autoridades, pero al final, todo se resolvió sin mayores complicaciones.
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