José Ortega Cano recibe el 2024 con la mejor noticia sobre su hijo José Fernando

José Ortega Cano  se ha llevado una gran alegría durante los últimos días del año, y es que su hijo  José Fernando ha podido pasar estas fechas tan especiales junto a la familia.

Y es que el centro en el que el joven lleva años ingresado, le ha concedido un nuevo permiso para volver a casa. Un permiso del que suele disfrutar durante los fines de semana, vacaciones o momentos especiales.

De hecho, una de las últimas celebraciones que pudo disfrutar fue con motivo del 70 cumpleaños de su padre el pasado 23 de diciembre.

De lo que no cabe duda es de que José Fernando ha tenido una gran evolución, lo que le permite disfrutar cada vez de más permisos.

"Es un chico muy agradable, no se mete en líos y se lleva bien con todo el mundo. Ha mejorado notablemente y ya está listo para iniciar una nueva vida", aseguran desde su entorno.

De ese modo, todo indica que el hijo  José Ortega Cano ha dejado atrás los problemas y adicciones contra los que lleva tanto tiempo luchando.

José Ortega Cano, muy feliz por la evolución de su hijo José Fernando 

Y, precisamente por eso, se espera que pueda recibir el alta muy pronto. Justo por eso, todo indica que este 2024 será muy especial para el torero y el resto de su familia.

Además, hay quien considera que estas recientes salidas de  José Fernando puedan ser señal de algo más permanente. Mientras que, por otro lado, el hijo de José Ortega Cano también podría haberse reconciliado con Michu, la madre de su hija.

En medio de una relación llena de idas y venidas, la pareja podría haber encontrado por fin la estabilidad e incluso podrían tener planes de boda. 

Aunque dentro de estos grandes planes que José Fernando tiene de cara al 2024, puede que no esté el reencontrarse con su hermana Rocío Carrasco. 

En la docuserie, el joven fue de los pocos que pudo salvarse de los ataques de Rociíto. Es más, ella aseguraba guardarle un gran cariño a su hermano, con el que también lleva años sin mantener relación. 

"Es un niño que no se ha metido nunca en nada de nadie, que no le ha hecho daño a nadie, salvo a sí mismo", le definía Carrasco.