El pacto que Joaquín Torres no cumplió cuando estaba casado con Mercedes Rodríguez

Joaquín Torres ya se separó de Mercedes Rodríguez en una ocasión antes de conocer a Raúl Prieto, pero volvieron a darse una segunda oportunidad. El arquitecto ha reconocido que no aceptaba su orientación sexual, por eso dio tantos tumbos.

Por un momento pensó que iba a ser feliz al lado de Mercedes, así que aceptó volver con ella, aunque puso una condición: no tener hijos. En las últimas horas, Joaquín Torres ha desvelado que sus dos hijos, Manuel y Álvaro, tienen un papel fundamental en su vida.

Afortunadamente, se saltó el pacto que hizo con Mercedes y ahora se alegra de haber formado una familia tan unida. Recordemos que el artista está atravesando un momento delicado porque sufrió un accidente hace cuatro meses y todavía no se ha recuperado.

Joaquín siempre ha tenido buena relación con su exmujer. Finalizaron el matrimonio en buenos términos y no han tenido problemas de ningún tipo. Ella es pintora y ha adoptado una postura completamente discreta, es Torres el que ha ido dando detalles sobre el divorcio.

Joaquín ha vivido una crisis con Raúl Prieto y, durante este tiempo, se instaló en casa de Mercedes. Esto demuestra que entre ellos hay una relación estupenda, a pesar de su divorcio. Un hecho que no sorprende, ya que tienen dos hijos en común.

Joaquín Torres, muy orgulloso de sus hijos

Joaquín Torres ha compartido en sus redes sociales el consejo que le ha dado su hijo Álvaro para salir adelante. El joven ya demostró durante la boda con Raúl Prieto que es tremendamente maduro. Ahora ha vuelto a hacer lo mismo y ha animado a Torres a seguir luchando.

Joaquín admite que contar a su familia que era homosexual ha sido una de las cosas más complicadas que ha hecho nunca. “Fue lo más difícil en mi vida. Yo tenía terror de decirle a mis hijos: Papá es homosexual. Ellos eran muy pequeños, ten en cuenta que cuando me separo tenían 7 y 2 años”, reveló.

Como no podía ser de otra forma, Manuel y Álvaro aceptaron la situación de su padre y abrazaron a Raúl Prieto con un gran entusiasmo. Ahora, Joaquín está muy orgulloso de haber tenido descendencia, aunque en su momento no quería comprometerse.

El arquitecto reconoce que creó “una vida imposible” porque no era capaz de asumir que le gustaban los hombres. Por suerte ha aprendido a aceptarse y ahora sus declaraciones sobre este tema tienen mucha repercusión.