La inesperada confesión familiar que ha hecho Hans Arús, hijo de Alfonso Arús
Las historias divertidas que surgen en Aruser@s y que hacen reír a todos con momentos entrañables de la vida familiar
La vida familiar está llena de anécdotas divertidas. Hans Arús, hijo de Alfonso Arús, ha decidido compartir una historia que ha sorprendido a muchos. En su sección Lo + de Aruser@s, Hans habló sobre esos familiares que tienen una curiosa relación con el sueño.
La anécdota de Hans Arús
En un vídeo que se volvió viral, Hans comentó sobre un hombre que presume de ser un gran madrugador. Sin embargo, a lo largo del día, este personaje no puede resistir la tentación de darse pequeñas siestas.
Esta situación provocó risas entre los colaboradores del programa, quienes afirmaron que todos tienen un familiar que se comporta de forma similar. Hans aprovechó para contar su experiencia: “Yo madrugo mucho porque a las 7 estoy en pie, pero a la hora ya se está durmiendo por los rincones de la casa”.
Hans recordó a su abuelo, un personaje entrañable que se levantaba muy temprano, pero que no tardaba en caer en la tentación del sofá. “Nuestro abuelo decía que a las 5 de la mañana estaba en pie, pero a las siete ya estaba durmiendo en el sofá”, compartió.
La forma en que lo relató hizo que muchos se sintieran identificados. ¿Quién no ha tenido un abuelo que disfrutaba de una siesta en el momento menos pensado?
La confirmación de Alfonso Arús
Alfonso Arús, su padre, apoyó la historia de Hans. Con su humor característico, confirmó que el abuelo de sus hijos también seguía esa curiosa teoría del sueño. “No se trata de una siesta, es un sueño que se va repitiendo a lo largo de la mañana en pequeños fragmentos”, explicó Alfonso Arús.
Con su estilo desenfadado, Alfonso Arús ha hecho de su programa, Aruser@s, un espacio donde las noticias se presentan con un toque de humor. Este enfoque permite que muchos se sientan parte de un momento familiar en cada emisión. La conexión que establecen con la audiencia es impresionante, y la revelación sobre su abuelo ha sumado una capa más de cercanía a su familia.
La anécdota de Hans no solo ilustra la dinámica familiar, también refleja algo común: esas pequeñas peculiaridades que todos compartimos. Al final del día, no importa la hora a la que uno se despierte. Lo que realmente importa son esos momentos en los que, a pesar de la rutina, el sueño nos gana la partida.
Más noticias: