La herencia de María Teresa Campos, al descubierto: cuánto se llevará su chófer
María Teresa Campos no habría dejado testamento
María Teresa Campos fallecía hace apenas unos días a los 82 años. Sin embargo, la huella que ha dejado en sus seres queridos y en aquellos que la conocían, es imborrable.
Y ahora, después de los homenajes que se le han rendido a la comunicadora, el foco se centra en su herencia. No es ningún secreto que los últimos años no han sido los mejores, económicamente hablando, para ella.
De hecho, la falta de trabajo obligaba a María Teresa Campos a poner a la venta su querida mansión de Las Rozas valorada en nada menos que 2,5 millones de euros.
Desde entonces, la veterana presentadora vivía de alquiler, pero seguía manteniendo una propiedad en Málaga. Una casa, que según apuntan diversos medios, se quedarán Carmen Borrego y Terelu Campos.
Sin embargo, se ha especulado que ellas podrían no ser las únicas que saldrían beneficiadas, sino también su chófer Gustavo, que ha sido como otro hijo para María Teresa Campos.
Algo, que Aurelio Manzano se ha encargado de desmentir, y es que él ha dejado muy claro que no habría testamento alguno. Es más, Terelu y Carmen deberán esperar para comprobar si en algún momento lo hubo. Y no solo eso, sino que Gustavo ni siquiera formaría parte del mismo, en caso de existir.
De ese modo, se desmienten por completo las especulaciones que habían surgido al respecto. "María Teresa Campos no sólo fue generosa en vida con Gustavo, también lo ha sido en su muerte", se rumoreaba. Algo, que ha resultado no ser cierto.
María Teresa Campos quería a Gustavo como un hijo
Cabe destacar que más allá de sus propiedades o del dinero que tuviera, María Teresa Campos contaba también con numerosas obras de arte y objetos de valor.
Eso es lo que podrá repartirse entre sus familiares, aunque la periodista ya se deshizo de algunas de estas piezas cuando vendió su mansión de Las Rozas.
Sin embargo, muchas otras se han repartido entre las hijas y sus nietas, Alejandra Rubio y Carmen Almoguera, a modo de recuerdo.
Cabe destacar que María Teresa Campos le guardaba un gran cariño a Gustavo y fue su mano derecha hasta el final, pese a los conflictos que el chófer pudiese tener con Carmen y Terelu.
De hecho, el mayor miedo de las hermanas sería que Gustavo concediese una exclusiva y contase todo lo que vivió dentro del clan.
"Si Gustavo quiere hablar será muy injusto, porque siempre le han tratado como a uno más de familia y le han perdonado cuando ha hablado más de la cuenta", aseguran.
Sobre todo, porque las hijas de María Teresa Campos fueron muy consideradas con él. "Lo que Carmen y Terelu hicieron fue perdonarlo. No por ellas, que se llevaron un disgusto del que todavía no se han recuperado, sino por Teresa".
"Ya había sufrido demasiadas pérdidas como para arrancarle al que consideraba un hijo. Gustavo no solo no agradeció el gesto, sino que intentó justificar lo que era más que evidente", apuntan al respecto.
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