Eduardo Mendoza y su trágica historia de amor con la famosa actriz Rosa Novell

El escritor Eduardo Mendoza es el invitado de esta noche de El Hormiguero, presentado por Pablo Motos. Se trata de uno de los escritores más prolíficos de nuestro país. No obstante, lejos de su trayectoria profesional, su vida personal está marcada por un trágico amor. 

Sin embargo, vamos por partes. Eduardo Mendoza, nacido el 11 de enero de 1943 en Barcelona, estuvo casado con Anna Soler, una importante arquitecta catalana. La pareja, tubo dos hijos en común: Ferran y Alexandre. 

Desafortunadamente, decidieron poner punto y final a su matrimonio. No obstante, no fue una separación convulsa, ya que ambos mantienen una muy buena relación personal. Y es que han sido vistos públicamente en más de una ocasión.

Tras el divorcio con su primera mujer, Eduardo Mendoza decidió cambiar de residencia. De esta forma, dejó el barrio de Sant Gervasi para instalarse en nueva vivienda situada en el Eixample de Barcelona. En pleno centro de la ciudad condal. 

Eduardo Mendoza y Rosa Novell y su trágica historia de amor

Eduardo Mendoza y Rosa Novell empezaron una relación sentimental. Lo hicieron ya de mayores, cuando él era un escritor consagrado y ella una grande del teatro. Por este motivo, es probable que la pareja no tuviera hijos en común. 

Y a juzgar por las declaraciones de la famosa actriz, ya fallecida, podríamos afirmar que el escritor fue su gran amor. "El hombre de mi vida, el mejor y lo mejor que me ha pasado, es mi hombre, no hay otro", confesó Rosa Novell. 

Un amor marcado por una larga enfermedad

Desafortunadamente, la relación de ambos estuvo marcada por una dura y larga enfermedad. En el año 2013 le diagnosticaron un cáncer de pulmón a la catalana. Además, un año más tarde y a causa del tratamiento, Rosa Novell perdió la visión. 

Sin embargo, esto no le impidió subir al escenario en noviembre de 2014 para interpretar su último papel en L'última trobada. Rosa Novell murió el 25 de febrero de 2015 a los 61 años tras una lucha incansable contra dicha enfermedad. 

El funeral de Rosa Novell fue multitudinario y Eduardo Mendoza quiso dedicarle unas últimas palabras. "Ha sido un viaje de aprendizaje, donde Rosa mostró sus mejores caras. Todo y que era una persona de carácter vehemente, ha ido apareciendo la tranquilidad, la paciencia y la dulzura".

"Por todos los centros por los que ha pasado, ni siquiera cuando la sometían a tratamientos dolorosos, no ha dejado de dar nunca las gracias", concluyó visiblemente emocionado Eduardo Mendoza.