Ángel Cristo consigue que Letizia y Felipe tengan nuevos problemas con Juan Carlos I

El testimonio de Ángel Cristo ha devuelto a Felipe y Letizia una de las mayores polémicas dentro de la monarquía española. La supuesta relación íntima entre Juan Carlos I y Bárbara Rey sigue dando de qué hablar con nuevos datos hasta ahora desconocidos.

Ángel confirmó que él fue el artífice de las imágenes del affaire. Lo grabó por petición de su madre para contar con un seguro de futuro. No obstante, él no fue el único que fotografió al emérito, el CNI también iba tras la pista de los escarceos amorosos de Juan Carlos.

Ángel Cristo pone en un aprieto a Juan Carlos ante Felipe y Letizia

Si hay algo que Felipe y Letizia jamás han aceptado han sido las polémicas que Juan Carlos I ha protagonizado. Todas y cada una de ellas han empañado la imagen de la institución, motivo por el que fue invitado a mudarse a Abu Dabi.

Sin embargo, este exilio no le ha servido para escapar de la aparición de Ángel Cristo. Sus polémicas entrevistas en ¡De viernes!, han resultado estar plagadas de información desconocida de la supuesta relación del emérito y Bárbara Rey.

Ángel confesó haber sido él quien grabó a su madre y al entonces rey manteniendo relaciones íntimas. Según contó, la vedette pretendía chantajearle para conseguir una millonaria recompensa.

Pero la afición de Juan Carlos de buscar compañía lejos de su matrimonio no se centraba solo en la actriz. Su fama de Don Juan le precedía y se temía que esto acabara afectando negativamente a la monarquía.

De ahí que el CNI también ejerciera un espionaje sobre el emérito con tal de controlar dónde y con quién se veía en la clandestinidad. "Los servicios secretos llegaron a grabarle, le grababan todo", confirmó en su día Kiko Matamoros.

Un hecho que afecta a Felipe y Letizia y que supone un problema, ya que "los servicios secretos son del Estado, no del Rey". Por no hablar de las numerosas grabaciones de distinta naturaleza que existen. Por un lado, las de la vedette y, por otro, las del CNI con horas y horas de grabación.

Felipe y Letizia acaban salpicados por el emérito

Mientras Juan Carlos I se dejaba entretener por sus supuestas conquistas, la gente de su alrededor tejía su propia trama. Ángel Cristo procuró un seguro para su madre, mientras el servicio secreto velaba por la seguridad de la institución.

Sin embargo, el principal problema de Felipe y Letizia radica en que el CNI trabajó para el emérito en lugar de hacerlo para el Estado. "Los servicios secretos confundieron el Estado con el Rey y estaban sirviendo al Rey en vez de servir al Estado", comentó Galiacho. "Le protegían demasiado", reveló.

De hecho, algunas de estas grabaciones vieron la luz hace unos años. OK Diario publicó algunas de las conversaciones privadas de Juan Carlos sobre su relación con Marta Gayá. En ellas confesaba ser "feliz" junto a la mallorquina.

Las que, por ahora, no han salido a luz son las grabaciones de Ángel Cristo. Estas se encuentran a buen recaudo, aunque se rumoreó en su día que podrían haber sido sustraídas por el servicio secreto.

No obstante, el hijo de la vedette confirmó la existencia de copias que permanecen guardadas bajo llave. Sea como fuere, parece que el CNI trabajó concienzudamente para evitar que las relaciones del emérito se descontrolaran.

Según el diario Voz Populi, pusieron a disposición de Juan Carlos un lugar para sus encuentros extramatrimoniales. Todo para evitar que la situación se escapara de su control y garantizar así el silencio de los protagonistas. Con el único objetivo de evitar que los movimientos del emérito acabaran perjudicando a la corona.