El Libro del Barça
Hoy el Barça, capea el temporal esperando tiempos mejores
En el inicio de temporada, una vez el Barça cerró su plantilla, una opinión generalizada flotaba en el ambiente después de conseguir la llegada de los “Joao’s”. Esta Temporada el Barça cuenta con una plantilla más completa, más homogénea. Una plantilla corta, sí, pero en la que hay 18 futbolistas de un nivel tal que pueden ofrecerle a Xavi muchos más recursos que las limitaciones que vimos en fases de la temporada anterior.
El mal momento que vive hoy el equipo nos hace girar la mirada hacia esos futbolistas que en los últimos partidos no son capaces de cumplir las expectativas de una afición que comienza a preocuparse.
Lewandowski no está a su nivel, Christensen comete errores impensables la temporada anterior, Koundé es intermitente, los Joao’s se han apagado, Raphina sigue sin desequilibrar, Ferran ha agotado “el efecto Tiburón”, y así podríamos nombrar uno por uno a todos los futbolistas de la Plantilla salvo a Ter Stegen.
Sin embargo, la raíz del problema que tiene hoy el Barça puede que sea bien distinto.
Un mantra del barcelonismo es que no podemos ni debemos comparar cualquier Barça con la máquina futbolística en que Pep convirtió al Barça de 2008 a 2012. Es cierto, sería injusto.
El objetivo de Joan Laporta desde su vuelta a la Presidencia es recuperar esa excelencia y quien mejor que Xavi para devolver al Barça a esa senda. Porque ese es el objetivo y porque Xavi siempre ha explicado que quiere transitar esa senda, aun siendo todos conscientes de que llegar a ese nivel será imposible, hay que comparar lo que hemos visto en los últimos partidos del Barça.
Aquel equipo, viéndolo en televisión, sabías perfectamente cuando estaba jugando mal y tenía problemas: era cuando comenzabas a ver en la pantalla su propio campo y sus futbolistas corriendo hacia atrás.
Hoy lo que vemos es el campo propio, pero con el equipo defendiéndose y muchos futbolistas detrás de la línea del balón. Un Barça que no domina el ritmo del partido ni el balón, que no dispara a portería y que se centra en no cometer errores.
La senda de la excelencia tiene un “Libro de Estilo” que hemos visto aplicar al equipo de Xavi en sus mejores momentos de juego.
Hoy el Barça, capea el temporal esperando tiempos mejores. Aferrado a no cometer errores e intentar dejar la portería a cero. Son los argumentos de equipos que no apuestan por la excelencia porque siempre habrá un Bayern Múnich o porque “no cuentan con los futbolistas adecuados para dominar e imponer su estilo”.
Precisamente cuando las cosas se tuercen, tienes bajas muy importantes y tus mejores futbolistas están en baja forma, es cuando más te tienes que aferrar a ese “Libro de estilo”.
Si el estilo son Pedri y De Jong es que estamos comprando otro libro. Si tu zona de seguridad es replegarte, es que estamos comprando otro libro. Si solo podemos jugar así cuando nos vemos superiores, es que estamos comprando otro Libro.
Se juega así para ser superior y, en consecuencia, ganar el partido. El balón es la “zona de seguridad”. Empoderas a los futbolistas y al equipo. En los buenos y los malos momentos.
Así se genera esa cultura. Cambiar de libro durante el camino tiene el riesgo de no saber donde lo dejaste o que lo encuentres lleno de polvo cuando quieras recuperarlo.
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