Primer plano del jugador Ilaix Moriba durante un partido con el Valencia

FÚTBOL

Joan Laporta no da crédito: de rechazar al Barça por dinero a tener ofertas de Segunda

Un joven canterano del club azulgrana se marchó priorizando mejores ofertas económicas y hoy se encuentra sin jugar instaurado en el ostracismo

El fútbol es una caja de sorpresas francamente interminable. Lo que ayer era blanco, hoy puede ser negro y mañana lila. Y eso es algo que muchas veces es imprevisible, pero que muchas otras se puede prever con mucha facilidad.

Es el caso de un canterano del Barça que, hace un par de veranos, decidió no renovar su contrato con el club priorizando otras propuestas mucho más potentes a nivel económico. Muchas perlas de la Masia han querido correr demasiado y el resultado ha sido, casi siempre, igual de desastroso.

De ahí a que, según el entorno y algún que otro ‘input’, se pueda prever el futuro de algunos jugadores muy jóvenes. Como si pudiéramos ver su destino a través de una bola mágica de cristal.

Si había un jugador que hace menos de un lustro apuntaba a gran promesa del Barça y del fútbol europeo ese era Ilaix Moriba. Su irrupción llegó antes que la de Gavi y a la par que la de Pedri, que también creció a las órdenes de Ronald Koeman. En el Barça apuntaba maneras, pero el destino es caprichoso y acabó fichando por el Leipzig, que apostó mucho más por él económicamente hablando.

Ahora, tras varias cesiones, el jugador se encuentra en el conjunto germano sin minutos y sin haber sido inscrito para jugar la Champions League. Un rápido abismo hacia la realidad que hace unos años debería haber pisado. Y todo ello con tan solo 20 años de edad.

Moriba: de costar 25 millones de euros a tener un valor de mercado de 4

La trayectoria vital de Moriba es más bien corta, pero desde luego que ya acumula varias aventuras que han hecho que su precio se desplome. En 2020 el canterano fichó por el Leipzig a cambio de 25 millones de euros y, a día de hoy, tiene un valor de mercado aproximado de 4.

La temporada pasada jugó en el Valencia de Rubén Baraja y cuajó una temporada desastrosa dentro y fuera de los terrenos de juego. Formó parte de una de las peores plantillas de la historia del Valencia y, además, el jugador se ‘bajó del barco’ cuando vio que las cosas no funcionaban.

Algo que habla muy mal del jugador formado en la Masia, que cuenta con un entorno más bien permisivo y, por ende, peligroso. En Valencia se le recuerda más por sus polémicas en las discotecas, que por su fútbol. Y eso es cuanto menos trascendente.

De Milán a Leipzig pasando por Getafe

Antes de volver a tierras germanas, el Inter de Milán preguntó por el futbolista guineano. Todo parecía indicar que Moriba disfrutaría de otro viaje limitado (cesión) a Italia, pero finalmente dicha posibilidad se truncó. Y todo porque el futbolista quiso cambiar de agencia de representación y sustituir esa figura por un familiar de confianza.

En los últimos días de mercado, el Getafe de Bordalás también se interesó en Moriba y este se vio atraído por un proyecto en Madrid. Quizás por el atractivo de la noche madrileña, pero lo cierto es que no se dio por el alto sueldo del guineano (6,5 M €).

A día de hoy y según ha podido saber este medio, el futbolista se encuentra trabajando solo a la espera de regresar a la disciplina de su equipo. Tampoco se descarta otra cesión en este mercado de invierno y ya hay varios equipos de Primera y Segunda División interesados en el futbolista guineano. Un Moriba que pasó de abrazarse con Leo Messi vestido de azulgrana, a entrenar solo para poder salir del infierno en el que ningún futbolista se querría encontrar.