El giro de 180 grados de Pau Cubarsí que evita un estúpido fichaje de 60 millones

Pau Cubarsí ha sido, sin duda alguna, uno de los mejores descubrimientos de Xavi Hernández, el antiguo entrenador del Barça. El central apareció en la 2023/24 tras una lesión de Andreas Christensen, la cual obligó al dirigente a buscar una solución rápida. Al puro estilo Barça, Xavi decidió ir a pedir refuerzos a La Masía, el lugar de confianza.

Actualmente, el Barça está pasando por un mal momento económico y no puede permitirse inversiones innecesarias. De todos modos, las altas esferas están a punto de hacer un movimiento que no hace falta. Pau Cubarsí, siendo consciente de ello, podría dar un paso al frente y solucionarlo él mismo.

Pau Cubarsí es la solución

Pau Cubarsí debutó en el primer equipo y rápidamente se asentó en el '11' titular. Desde el primer momento, todos los aficionados quedaron sorprendidos con el joven central. Estaba demostrando un gran nivel en tareas defensivas, pero también en las ofensivas.

Los pases que da Pau Cubarsí están muy lejos de los de los defensas convencionales y se le considera un auténtico prodigio. Además de entender bien el juego y saber dónde tiene que colocarse, es capaz de romper muchas líneas rivales con un pase. Esto ha llevado a gran parte de los culés a pensar que podría ser mediocentro; exactamente, pivote defensivo.

Desde la lesión de Marc Bernal, Hansi Flick ha estado pensando en quién podía ocupar ese lugar, el cual ha cubierto Marc Casadó. Pese a que Casadó está mostrando un gran nivel, necesita descansar de vez en cuando. Esta situación ha llevado a las altas esferas del Barça a plantearse el fichaje de dos estrellas de alto valor.

Las dos opciones

Parece que las altas esferas del Barça no quieren mover a Pau Cubarsí y prefieren lanzarse al mercado en invierno. La primera solución es Martín Zubimendi, quien ya lleva sonando en los despachos de la Ciudad Condal bastante tiempo. La segunda es Joshua Kimmich, que parece que gusta más a Hansi Flick que el de la Real Sociedad.

La realidad es que no es necesario gastarse entre 50 y 60 millones de euros en un pivote defensivo. Mientras Marc Bernal y Andreas Christensen están lesionados, pueden encargarse Marc Casadó y Pau Cubarsí. Ambos culés tienen mucho talento y el segundo todavía no ha tenido la oportunidad de demostrar que puede jugar en el centro del campo.