Montaje de una mujer estresada sin poder dormir y una imagen de dinero
ECONOMÍA

La sorpresa que se llevan los que cobran esta ayuda: la Seguridad Social lo contempla

La Seguridad Social tiene sobre la mesa una propuesta para que los perceptores de una ayuda hagan trabajos comunitarios

La Seguridad Social ha sido un pilar fundamental para muchas familias en España, especialmente en tiempos de crisis. Una de las ayudas más destacadas es el Ingreso Mínimo Vital (IMV), una prestación destinada a garantizar un nivel mínimo de ingresos a quienes más lo necesitan.

Sin embargo, en los últimos tiempos ha surgido una propuesta que ha generado sorpresa entre los perceptores. Y es que se ha especulado con la posibilidad de que quienes reciban esta ayuda tengan que realizar trabajos en beneficio de la comunidad.

Esta medida, que aún está sobre la mesa de la Seguridad Social, busca fomentar la integración social y laboral de los beneficiarios. También aportar un beneficio directo a la comunidad.

Dos mujeres sentadas en el sofá y una está animando y sosteniendo a la otra que está triste y una imagen de dinero en el lado derecho

La Seguridad Social aclara el tipo de trabajos

Los trabajos en beneficio de la comunidad abarcarían diversas áreas, publicó El Confidencial Digital. Entre ellas, se incluyen servicios de utilidad colectiva, como el mantenimiento de espacios públicos.

También las actividades relacionadas con el medio ambiente, como la limpieza de parques y ríos, y tareas de desarrollo cultural, como la organización de eventos locales. Tampoco se descartan labores de asistencia social, como el apoyo a personas mayores o con discapacidad.

La idea detrás de esta propuesta es múltiple. Por un lado, se busca que los beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital no solo reciban una ayuda económica, sino que también se sientan parte activa de la sociedad. Realizar trabajos comunitarios puede ayudar a mejorar su autoestima y habilidades laborales, facilitando su futura inserción en el mercado laboral.

Por otro lado, esta medida pretende que la comunidad en general se beneficie de los trabajos realizados por los perceptores del IMV. De esta manera, se crea un círculo virtuoso en el que todos ganan. Los beneficiarios adquieren experiencia y la comunidad recibe servicios que mejoran la calidad de vida de sus habitantes.

Una mujer con expresión de preocupación está frente a una oficina de empleo en Madrid, con billetes de 500 euros tachados en primer plano.

¿Cómo se llevaría a cabo?

Según lo detallado por distintos medios, uno de los primeros colectivos que se seleccionaría para estas labores serían los desempleados que cobran el IMV. Se crearían programas de 'interés social' que beneficien a la comunidad. Para llevarlos a cabo, los organismos podrían solicitar la mano de obra necesaria al Servicio Público de Empleo (SEPE).

Este organismo sería el encargado de seleccionar a los desempleados que cobran la prestación y que se ajusten al perfil solicitado. Una vez seleccionados, estos serían enviados al organismo que haya solicitado la mano de obra. Pasarían por un proceso de selección para determinar su idoneidad para las actividades a realizar.

La propuesta ha generado diversas opiniones. Algunos ven en ella una oportunidad para que los beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital se sientan útiles y adquieran nuevas habilidades. Otros, sin embargo, consideran que podría ser una forma de trabajo forzoso encubierto, y que la ayuda debería ser incondicional.

De momento, a corto plazo, no se contempla esta opción. Pero la Seguridad Social sigue teniendo esta propuesta sobre la mesa, y solo el tiempo dirá si se convierte en una realidad.

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