Ocultarle cierta información a la Seguridad Social se paga muy caro: penas de cárcel

Ocultar la muerte de un familiar para seguir cobrando su pensión es un delito grave que puede tener consecuencias muy serias. La Seguridad Social es muy clara al respecto: quienes cometen este tipo de fraude se enfrentan a penas de cárcel y a la obligación de devolver todo el dinero cobrado indebidamente.

Cuando un pensionista fallece, sus familiares cercanos tienen la obligación de informar a las Administraciones sobre esta defunción. Si no lo hacen, esta omisión puede considerarse una infracción. "Cobrar la pensión de un fallecido, ocultando esta información a la Administración, es un delito contra la Seguridad Social que puede dar lugar a sanciones penales", indica el organismo estatal.

Además, la Seguridad Social asegura que las personas que la hayan cobrado de forma indebida tendrán que devolverlas.

¿Dónde y cómo comunicar el fallecimiento?

Los familiares deben poner en conocimiento de la Seguridad Social el fallecimiento de la persona. Dicha notificación puede hacerse a través de la sede electrónica de la Seguridad Social. También es posible informar de esta situación de manera presencial en cualquiera de los centros de la Seguridad Social.

Para realizar esta comunicación, tan solo se requiere facilitar el certificado de defunción del pensionista. Este es un documento oficial que expide el médico y que acredita la muerte de una persona, además de la fecha y lugar. El familiar también deberá presentar este certificado en el Registro Civil para su inscripción.

Este proceso tiene unos plazos. Explican que hay 30 días hábiles (no cuentan sábados, domingos ni festivos) desde que tiene lugar la muerte.

Consecuencias legales: penas de cárcel y multas

El año pasado, la Audiencia de Valencia condenó a una mujer a dos años de prisión y a una indemnización de 135.805 euros al Instituto Nacional de la Seguridad Social. Había ocultado la muerte de su hermano durante 24 años para seguir cobrando la pensión de orfandad que se le había concedido.

Este caso es un claro ejemplo de las graves consecuencias que puede tener ocultar la muerte de un familiar. La Seguridad Social y los tribunales no dudan en aplicar sanciones severas a quienes cometen este tipo de fraude.

Es fundamental notificar el fallecimiento a la Seguridad Social en el plazo establecido y aportar el certificado de defunción correspondiente. De esta manera, se evitan problemas legales y se cumple con las obligaciones establecidas por la ley.