El impuesto que te toca pagar a Hacienda si eres uno de estos españoles: un dineral

El tabaco, a pesar de sus efectos nocivos para la salud, sigue siendo una de las principales fuentes de ingresos para la Agencia Tributaria en España.

A medida que aumentan los precios de los cigarrillos, también crece la recaudación del Gobierno por impuestos. Algo que tiene un impacto significativo en la economía y en el consumo.

Un producto caro y sus impuestos

Una cajetilla de cigarrillos en España cuesta mínimo 5 euros. Y, aunque es asequible en Europa, sigue siendo un gasto notable.

Sin embargo, es importante destacar que aproximadamente el 80% de ese precio corresponde a impuestos. Esto significa que, de cada cajetilla, solo una pequeña fracción va directamente a los productores y distribuidores.

La creciente carga impositiva es una estrategia para desincentivar el consumo de tabaco. Gracias al aumento de impuestos sobre el tabaco, Hacienda ha recaudado cerca de 3.745 millones de euros en los primeros meses de 2024.

Hacienda y su creciente recaudación

Los impuestos sobre el tabaco se han convertido en una de las principales vías de financiación para el Estado. Hacienda ha ingresado 3.745 millones por este tributo, un 2% que en el mismo periodo de 2023, cuando se embolsó 3.665 millones. Estos ingresos solo son superados por el IRPF, el impuesto sobre sociedades, el IVA y el impuesto especial sobre los hidrocarburos.

Este aumento en la recaudación se debe a varios factores, entre ellos el incremento de precios de los cigarrillos y un leve aumento en el consumo. A pesar de que el consumo de tabaco ha mostrado signos de disminución en años anteriores, las subidas de precios han permitido que Hacienda mantenga un flujo constante de ingresos.

Afectados por los altos precios

Los principales afectados por estos altos costos son, sin duda, los fumadores. El incremento de precios no solo impacta su bolsillo, sino que también plantea un dilema para aquellos que luchan con la adicción al tabaco.

Para muchos, el tabaco es un lujo inalcanzable, lo que lleva a buscar alternativas más baratas o al mercado negro, donde los precios son más bajos, pero la calidad es dudosa.

Además, el aumento de impuestos ha incrementado el contrabando de tabaco, lo que supone una pérdida de ingresos para el Estado y un desafío para la salud pública. Se estima que el comercio ilegal de tabaco podría costar al Gobierno miles de millones en recaudación fiscal, afectando no solo a Hacienda, sino también a la economía en general.