Una mujer pensativa frente a una canasta de regalo con vino y adornos navideños y un logotipo en el fondo.
ECONOMÍA

El mensaje que Hacienda tiene para ti si ya te han dado tu cesta de Navidad este año

Desde Hacienda aclaran las implicaciones fiscales que tiene tanto dar como recibir una de las típicas cestas navideñas

La Navidad llega cargada de momentos especiales, y entre ellos, uno de los más esperados en el ámbito laboral es la entrega de la tradicional cesta de Navidad.

Este símbolo festivo, lleno de productos típicos como turrones, jamón, vinos y cavas, genera una gran ilusión entre los trabajadores. Estos disfrutan de llevar a casa este detalle como muestra de aprecio por parte de sus empleadores. Sin embargo, lo que para muchos es un gesto navideño también tiene implicaciones fiscales con Hacienda que no deben pasarse por alto.

Hombre en traje sosteniendo una lupa en una oficina con un logotipo de Hacienda en el fondo.

Cesta de Navidad: ¿regalo o retribución en especie?

Aunque para los empleados la cesta navideña pueda parecer un obsequio, desde el punto de vista de Hacienda tiene una consideración distinta. Según la normativa fiscal vigente, las cestas de Navidad se clasifican como una retribución en especie.

Esto significa que su valor debe ser incluido en la nómina del trabajador, integrándose dentro de sus ingresos sujetos al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

Además, este ingreso en especie también se suma a la base de cotización a la Seguridad Social. En términos prácticos, esto implica que tanto el empleado como el empleador deben asumir una contribución adicional. Esto hace que el detalle navideño tenga un impacto directo en las cuentas de ambas partes.

Una cesta de Navidad con un logo de Hacienda

¿Qué implica para las empresas? Hacienda lo aclara

Para las empresas, las cestas navideñas representan no solo un gesto de generosidad, sino también una partida a considerar desde el punto de vista fiscal. Según explican desde Betterfly, el gasto en cestas de Navidad puede ser deducible en el Impuesto sobre Sociedades.

Eso sí, Hacienda marca un requisito clave: deben formar parte de los usos y costumbres de la empresa. Esto significa que la entrega de cestas debe ser habitual y no un acto puntual, ya que solo bajo esta premisa el gasto puede ser considerado deducible.

Las empresas deben calcular correctamente el valor de las cestas para reflejarlo en las nóminas de los trabajadores, asegurándose de cumplir con las obligaciones fiscales. Además, informar a los empleados sobre el tratamiento fiscal de este beneficio ayuda a evitar confusiones y a fomentar la transparencia.

Un hombre con expresión de confusión se rasca la cabeza frente a un logotipo de Hacienda en una oficina.

Un detalle que sigue llenando de ilusión

A pesar de las implicaciones fiscales con Hacienda, la cesta de Navidad sigue siendo una tradición muy valorada por los trabajadores. Es una manera de agradecer su esfuerzo durante el año y de fomentar el espíritu navideño en el entorno laboral. Aunque su entrega conlleve responsabilidades adicionales para las empresas y los empleados, sigue siendo una muestra de aprecio que refuerza los lazos y la motivación en el equipo.

La cesta de Navidad es mucho más que un simple conjunto de productos festivos. Es una tradición que combina ilusión, reconocimiento y una serie de detalles fiscales que tanto empresas como empleados deben tener en cuenta.

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