No lo permite: aviso de Hacienda para todos los que compren un coche de segunda mano

En el actual contexto de complicación económica en España, una tendencia notable es el incremento de ventas de coches de segunda mano. Muchos hogares, buscando aliviar la presión financiera, optan por vehículos más antiguos y económicos cuando tienen que cambiarse el coche o comprar uno para sus hijos.

Estos coches, que pueden costar mucho menos que los nuevos, a menudo se venden por alrededor de 2.000 o 3.000 euros. En estas compraventas, Hacienda ha establecido una normativa clara: no todas las compras de coches pueden realizarse en efectivo.

Aunque hace unos años era común realizar transacciones en efectivo para la compra de vehículos de segunda mano, actualmente existe un límite estricto.

Hacienda marca un límite claro

Hacienda ha fijado un máximo de 1.000 euros para los pagos en efectivo. Esto significa que cualquier coche que se adquiera por un valor superior a 1.000 euros no puede ser pagado en efectivo.

Hace unos años la cosa no era así, pues el límite estaba fijado en los 2.500 euros. Ahora, por lo tanto, pocos van a ser los coches que puedan comprarse al contado, pues no son muchos lo que se venden por debajo de los 1.000 euros.

Las transacciones que superen este límite deben realizarse a través de medios electrónicos, como transferencias bancarias, cheques o pagos con tarjeta. Así lo marca Hacienda.

Incumplir esta norma puede resultar en multas y sanciones para ambas partes involucradas en la compraventa. Y es que la infracción no es unidireccional, pues una parte lo paga, pero la otra lo acepta, así que ambas pueden acabar perjudicadas.

Esta medida de Hacienda tiene como objetivo principal combatir el fraude y el lavado de dinero, así como fomentar una mayor transparencia en las transacciones económicas. Al limitar los pagos en efectivo, se facilita el seguimiento y control de las operaciones financieras, asegurando que se cumplan las obligaciones fiscales correspondientes. 

Es importante que tanto compradores como vendedores de coches de segunda mano estén al tanto de esta normativa para evitar problemas legales. Asegurarse de realizar los pagos a través de los canales permitidos no solo garantiza el cumplimiento de la ley, sino que también ofrece mayor seguridad y trazabilidad en la transacción.