El ‘impuesto de las pensiones’ que cambiará las nóminas de los trabajadores: la fecha

El 2025 traerá consigo novedades importantes para los trabajadores en España. A partir del 1 de enero, las nóminas de los empleados se ajustarán a un nuevo porcentaje del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que busca garantizar la sostenibilidad de las pensiones.

Este nuevo ajuste afectará a empleados, empresas y autónomos. Y su finalidad es repartir el coste del envejecimiento de la población de manera más equitativa entre generaciones.

¿Por qué se implementa el MEI?

El Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) es una medida que comenzó a aplicarse en 2023, con el objetivo de mitigar el impacto del envejecimiento poblacional en el sistema de pensiones. Con la jubilación de la generación del baby boom, crece la presión sobre la Seguridad Social por el aumento de pensiones. El MEI distribuye el esfuerzo de forma equitativa entre trabajadores y empresas, evitando que las generaciones más jóvenes asuman toda la carga.

El MEI no es una medida exclusiva de España. En otros países europeos como Francia, Suecia o Portugal se han implementado mecanismos similares para enfrentar el mismo reto demográfico.

El principal objetivo de esto es mantener la viabilidad del sistema de pensiones a largo plazo. La población envejece y, con ello, aumentan los pagos que debe realizar el sistema de Seguridad Social. El aumento de pensionistas y la reducción de trabajadores han puesto en riesgo el equilibrio del sistema de pensiones.

El MEI se diseñó para fortalecer el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, conocido como la “hucha de las pensiones”, que ha sufrido importantes recortes en los últimos años. Las cotizaciones adicionales buscan acumular fondos para mantener las pensiones futuras sin depender solo de las generaciones más jóvenes.

¿Cómo afecta a los trabajadores?

El impacto del MEI en las nóminas es gradual, y se ha establecido una subida progresiva en los porcentajes de cotización que se aplican tanto a trabajadores como a empresas. En 2023, al introducirse por primera vez, la cotización era de 0,6 puntos porcentuales, distribuidos en 0,1 para el trabajador y 0,5 para la empresa.

Para el año 2024, este porcentaje aumentó a 0,7 puntos porcentuales. En este caso, el trabajador asumió un 0,12% mientras que la empresa pagó un 0,58%. Para 2025, la cotización subirá a 0,8 puntos porcentuales, distribuidos en 0,13 para el trabajador y 0,67 para la empresa.

Este ajuste supone una reducción en el salario neto que reciben los empleados cada mes. Un trabajador con un salario bruto de 2.000 euros al mes verá una reducción de unos 16 euros, distribuidos en 13 euros para la empresa y 3 euros para él.

Proyecciones a futuro

El MEI no se detendrá en 2025. Está previsto que el porcentaje de cotización siga aumentando de manera gradual hasta estabilizarse en el año 2029 en 1,2 puntos porcentuales. De ese total, 1 punto porcentual lo asumirá la empresa y el 0,2% restante corresponderá al trabajador.

A partir de 2030 y hasta 2050, el porcentaje se mantendrá constante, lo que permitirá recaudar un fondo estimado de 130.000 millones de euros, destinados a reforzar el sistema de pensiones. Con esta medida, el Gobierno busca garantizar estabilidad y evitar que las generaciones futuras enfrenten mayores cargas o recortes en sus pensiones.

El impacto del MEI varía según el salario. Los trabajadores con sueldos bajos sufrirán una reducción menor en comparación con los de sueldos altos. Por ejemplo, en 2024, las contribuciones anuales fueron de 48 euros para los salarios más bajos y hasta 428 euros para los más altos.

Esta variación asegura que el esfuerzo sea proporcional a la capacidad contributiva de cada trabajador, contribuyendo a la sostenibilidad del sistema de pensiones.