
Kiko Rivera, tocado y hundido: se lo ha confesado a Irene Rosales y hay pruebas
Kiko Rivera se sincera con Irene Rosales en un momento delicado y todo sale a la luz con hechos que confirman su versión
Kiko Rivera ha pasado por un momento muy difícil tras confesarle a su mujer, Irene Rosales, un secreto que llevaba guardando desde 2019. Fue él quien retiró el estoque del monumento dedicado a su padre, el torero Francisco Rivera ‘Paquirri’. Lo que durante años generó rumores y teorías confusas, ahora queda claro que fue una acción legal y justificada.
Desde el Ayuntamiento de Sevilla han confirmado que Kiko solicitó formalmente el permiso para llevarse la pieza, alegando el mal estado en el que se encontraba. El documento está registrado y acredita que no hubo ninguna irregularidad en el proceso. A pesar de ello, desde entonces no se ha vuelto a saber nada sobre el destino del estoque.

Con el paso del tiempo, la familia también ha notado que otros elementos han desaparecido del mausoleo, como pequeños objetos y detalles conmemorativos, sin explicación. El monumento, que se alza a la entrada del cementerio de San Fernando, muestra una imponente escultura de Paquirri firmada por Víctor Ochoa. Fue Isabel Pantoja quien asumió todos los gastos tras recibir la cesión de terreno a finales de los años 80.
Irene Rosales, testigo de una confidencia importante de Kiko Rivera
La retirada del estoque, según explican fuentes municipales, respondió a una cuestión de conservación. Era necesario intervenir antes de que el deterioro fuera irreversible. Lo que no se sabe es si la pieza fue restaurada o si permanece en poder de Kiko, lo que ha generado cierta inquietud entre los visitantes y seguidores del torero.

Al entorno de Kiko no le sorprende el silencio que ha mantenido durante años. El tema ha sido una carga emocional que ha llevado en soledad y que recientemente ha decidido compartir con Irene, buscando desahogo y comprensión. Ella, que lo conoce como nadie, ha visto cuánto le ha dolido todo esto.
Kiko Rivera e Irene Rosales, juntos frente a la carga del apellido Rivera
Este episodio, lejos de ser una simple anécdota, reabre un asunto delicado: la gestión del legado de Francisco Rivera. El estoque no es un adorno más, sino una pieza cargada de simbolismo, con un peso histórico y sentimental muy profundo. Cuidarlo es también cuidar la memoria del torero y el respeto a su figura.

Por ahora, el misterio sigue rodeando el paradero exacto del estoque. Pero lo cierto es que el hijo de la Pantoja ha dado un paso importante al contar la verdad a su pareja, Irene Rosales. Lo ha hecho desde la emoción, desde la herida abierta que supone llevar el apellido Rivera, y con la voluntad de que, al fin, se comprenda su gesto.
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