¿Es útil el sistema de compensación para adelgazar?

Hoy en día veo que se llegan a hacer cosas realmente extremas con tal de perder unos quilos de peso. Es necesario recalcar, para empezar, que el peso corporal nos dice más bien poco de nuestro estado físico y que, por perder unos quilos, no significa necesariamente que estés perdiendo grasa.

Además, hay verdadera obsesión por el número que marca en la báscula. Lo veo habitualmente en mi consulta con algunos pacientes, que solo vienen pensando en el número que saldrá, y, la verdad, yo es a lo que menos importancia le doy.

Habiendo aclarado esto, como os decía, se hace de todo para adelgazar (entendiendo que se trata de bajar quilos). Por ejemplo, el caso que nos ocupa y que se ha hecho toda la vida, es el sistema de compensación.

¿Qué es el sistema de compensación?

Sabéis lo típico de comer un día hasta reventar y luego no cenar, ¿no? Pues eso es compensar. Hay quien lo hará porque realmente se siente lleno, hinchado o sin hambre, pero gran parte de la población lo hace con otra intención.

Su pensamiento es: si para comer me he zampado las calorías equivalentes a dos comidas, si no ceno ya no hay problema. O si he merendado 2 bollycaos y 1 helado, no ceno así lo compenso. ERROR.

Por un evento que hayas tenido un día en el que te hayas dado libertad, flexibilidad y hayas fluido, no va a hacer que ganes grasa ni va a condicionar tu composición corporal. Tu composición corporal la dictará el total semanal, lo que vayas haciendo cada día, y no el exceso de calorías que comas en un momento puntual. 

¿Es útil hacer esta estrategia?

Este tipo de actitudes lo que hacen es tener una mentalidad poco saludable con la comida. Se tiene que disfrutar con la comida, no estar en una cárcel nutritiva contando calorías y macronutrientes.

Además, con esto de compensar, suelen desplazarse nutrientes esenciales. Es decir, con los ejemplos que os decía de no cenar, vemos que por consumir cantidades industriales de azúcares, grasas y otras sustancias no nutritivas, dejamos de comer alimentos como frutas, verduras, cereales integrales, proteína de calidad…

Por último, otra forma de compensar que también es muy peligrosa es la de hacer mucho más ejercicio para “quemar”. Debes hacer ejercicio porque te gusta, para sentirte bien, para estar saludable, no para quemar una comida o una cena.

Entonces, para no compensar, ¿qué debo hacer?

Pues es muy sencillo. Primero de todo, si tu objetivo es bajar grasa, debes acudir a un profesional que te oriente adecuadamente y te diga qué estrategias pueden ser más útiles para ti. Déjate de leyendas urbanas, de redes sociales y de la televisión.

Por último, usa el sentido común, ten la conciencia relajada y come lo que quieras comer cuando quieras comerlo, siempre y cuando entre en un marco de una dieta equilibrada y variada donde priorizamos a los alimentos saludables.