Sorpresa al descubrirse qué son las ‘estrías blancas’ del filete de pollo de Lidl
El supermercado alemán está inmerso en una polémica que pone en jaque la calidad de uno de sus productos más vendidos
Lidl tiene un problema. Después de que saliera a la luz un informe sobre la calidad de su pollo, ahora todo el mundo habla de lo mismo. Entre abril y mayo de 2024, el Observatorio de Bienestar Animal (OBA) analizó 6.097 bandejas de pollo en 321 locales de la cadena.
Fue entonces cuando identificó que el 97,9% de las pechugas presentaban “estrías blancas”. Pero ahí llega la cuestión, cuando muchas personas se preguntan qué significa eso. Se trata de una patología muscular vinculada al rápido crecimiento de los pollos.
Aunque no supone un riesgo directo para la salud humana, esta afección reduce significativamente el valor nutricional del producto. Con hasta un 224% más de grasa, un 10% menos de colágeno y hasta un 9% menos de proteínas.
Las estrías blancas, visibles como líneas en la carne, afectan principalmente a las razas de pollos de crecimiento rápido. Con incidencia entre el 63% y el 78%. Mientras que en razas de crecimiento lento solo afectan al 9%.
Lidl defiende la calidad de su pollo
Estas diferencias han llevado al Observatorio a exigir a Lidl su adhesión al Compromiso Europeo del Pollo, un acuerdo voluntario promovido por más de 40 organizaciones internacionales de protección animal. Este compromiso busca mejorar las condiciones de cría mediante la transición a razas de crecimiento más lento y la reducción de la densidad en macrogranjas.
Desde Lidl, la empresa ha defendido sus prácticas, asegurando que la calidad de sus productos es una prioridad. En declaraciones al diario Público. Asimismo, afirman que realizan controles de calidad “exhaustivos” a lo largo de toda la cadena de suministro, incluso más estrictos que los estándares legales.
Según Lidl, las estrías blancas son un factor visual que separa la grasa de la carne y no afecta ni al valor nutricional, ni a la calidad ni a la seguridad. Sin embargo, el OBA ha solicitado una investigación sobre la calidad y composición nutricional del pollo comercializado por Lidl.
Un problema que va más allá de nuestras fronteras
También exigen cambios inmediatos en el modelo productivo. Alegando que la actual prevalencia de esta patología refleja las condiciones de cría intensiva y el uso predominante de razas diseñadas para crecer rápidamente. El informe destaca que la presencia de estrías blancas en el pollo no es un problema exclusivo de España.
Ya que estudios similares en países como Reino Unido e Italia muestran cifras comparables. No obstante, las organizaciones de protección animal insisten en que un cambio de prácticas beneficiaría tanto a los animales como a los consumidores.
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