Europa Press Sorpresa por el animal que se han encontrado en plena calle en Barcelona
Es la segunda vez que se puede ver a un animal de esta especie paseando por las calles de la ciudad condal
Ver un jabalí por Barcelona, prácticamente, ha dejado de ser noticia. Son varios los vídeos que circulan en las redes sociales en los que se pueden visualizar a grupos de jabalíes deambulando por la ciudad condal. Lo hacen de noche, con discreción y a la búsqueda de comida.
Lo que no suele ser tan habitual de ver por la ciudad es a un zorro. El usuario de X, @jordicampos, subió un vídeo a las redes en el que se podía ver a un zorro en el barrio barcelonés de Montbau.
"Atención. Un zorro en el barrio de Montbau, en Barcelona", dice el usuario en su tweet. En el vídeo se podía ver como el zorro, prácticamente sin inmutarse, saltaba desde una zona de vegetación hasta el suelo.
No es la primera vez
No es la primera vez que se ha visto a este especie en la ciudad. El pasado mes de noviembre, de hecho, otro zorro ya fue grabado caminando, en aquel caso, por un campo de fútbol en el barrio de Sant Gervasi-La Bonanova.
Zona que, como el barrio de Montbau, también está apartado del rugir de la ciudad y que también está tocando al barrio de la Bonanova.
Plagas cada vez más urbanas
Cierto es que el barrio de Montbau está tocando a Collserola. Encimando la Vall d'Hebron, el barrio, residencial en su gran medida, está totalmente abierto al macizo barcelonés. Por lo que la vegetación se mezcla con las viviendas del barrio.
Por eso, lo que hasta cierto punto se había convertido en habitual era ver a jabalíes. La gran causa del incremento de dichos animales en la ciudad figura el fácil acceso a la comida.
De hecho, el pasado mes de noviembre el Ayuntamiento de Barcelona licitó de manera urgente un nuevo contrato para la prestación del servicio de capturas reactivas de jabalíes en vía pública de Barcelona.
El contrato, con una duración máxima de cuatro meses (prorrogable a dos más), permite al consistorio capturar a dichos animales. Pasando por encima de la alternativa de la esterilización. Barcelona consideraba este contrato “totalmente imprescindible” y su valor estimado es de unos 100.000 euros.
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