Qué son las velellas azules, las criaturas que han invadido muchas playas de Cataluña

Bañarte en el mar y encontrarte con la visita inesperada de medusas es uno de los miedos más extendidos para los bañistas. Sentirse en peligro y ante la posible picada de este invertebrado es una situación que no gusta a nadie. Bien, pues igual de sorprendidos se han quedado los vecinos de algunos pueblos costeros de Cataluña estos últimos días.

La razón ha sido la llegada de un manto azul de unos animales parecidos a las medusas, pero que, en realidad, no lo son. Se trata de las llamadas velellas azules y su primera aparición tuvo lugar hace algunos días en la Costa Brava. El calor de hace unas semanas ha agudizado su expansión y estos días también se han podido ver en otros puntos.

Unas medusas que inundan las playas catalanas

Concretamente en la playa de Gavà, Barcelona, y de forma especial en Roda de Barà, Tarragona. Los bañistas y las personas que paseaban por la playa se han quedado atónitos ante la cantidad de ejemplares de este animal. Aun así, las autoridades instan a la tranquilidad y explican qué tipo de animal marino es el que se está llevando el protagonismo.

En este sentido, el Ayuntamiento de Roda de Barà ha explicado a través de las redes sociales que las velellas no son medusas como tal. Aunque sí que proviene de la misma familia, estas son totalmente inofensivas para el ser humano, ya que no pican. De hecho, su principal alimentos es el que captan con sus tentáculos y se basa en larvas y huevos de peces y pequeños crustáceos.

La previsión de los ayuntamientos no es limpiar las playas de su presencia, sino que esperan que sea el propio mar el que, igual que las ha traído, se las vuelva a llevar. No obstante, la gran cantidad aparecida hace que llame la atención, especialmente, por su vistoso y bonito color.

La calor ha atraído a este tipo de medusas

A las velellas azules en Cataluña también se les conoce como 'barqueta de Sant Pere'. Y no son una muestra más de que algo está cambiando.

El fresco de esta semana parece que haya hecho olvidar que la primavera ya llegó, pero lo cierto es que el Mediterráneo todavía conserva el calor de hace unas semanas. Lo cual, se convierte en el caldo de cultivo perfecto para que este tipo de especies campen a sus anchas.