Una mujer con expresión de sorpresa sostiene sus gafas frente a un paisaje de colinas verdes y un río, con casas en el fondo.
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El pueblo de Cataluña que tiene unas vistas inigualables: su bonito río y acantilado

Este es el lugar perfecto para escapar de las noches tropicales y del bullicio del verano en las grandes capitales

En medio del pintoresco paisaje de Cataluña, un pequeño pueblo se alza majestuosamente sobre un impresionante acantilado de basalto. Se trata de Castellfollit de la Roca, ubicado en la provincia de Gerona, en la comarca de la Garrotxa.

Este pueblo no solo es conocido por su asombrosa ubicación geológica. De hecho, es conocido por ser un refugio ideal para escapar del calor del verano y disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión.

Un pueblo que merece la pena visitar

Castellfollit de la Roca es uno de los pueblos más pequeños de Cataluña, pero su encanto es inigualable. Ubicado en la Garrotxa, este pueblo medieval se extiende a lo largo de un kilómetro sobre un acantilado de basalto de 50 metros de altura

Este lugar se ha formado por la superposición de dos flujos de lava que datan de hace cientos de miles de años. La erosión causada por los ríos Fluvià y Toronell ha esculpido este impresionante paisaje que atrae a turistas de todo el mundo.

Vista de un pueblo construido sobre un acantilado rocoso con vegetación y un río en la parte inferior.

Sus alrededores naturales enriquecen el paisaje

Uno de los principales atractivos de Castellfollit de la Roca es su entorno natural. Los visitantes pueden disfrutar de una caminata por las estrechas y empedradas calles del pueblo, que culminan en la plaza-mirador Josep Pla. 

Para aquellos que buscan refrescarse, el río Fluvià ofrece un lugar perfecto para nadar y relajarse. Sus aguas cristalinas invitan a sumergirse y escapar del calor del verano.

Además, los senderos de la zona del Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa son ideales para los amantes de la naturaleza. Estos caminos permiten explorar los variados paisajes volcánicos y los densos bosques de hayas y robles que caracterizan la región.

Una lupa enfocando un puente de madera rodeado de vegetación.

Su ubicación es de fácil acceso

Llegar a Castellfollit de la Roca es bastante sencillo. Si vienes desde Barcelona, puedes tomar la autopista AP-7 hacia Gerona y luego continuar por la carretera C-66 hasta Besalú.

Desde allí, una corta distancia te llevará a Castellfollit de la Roca. También es posible llegar en transporte público, utilizando autobuses que conectan con Gerona y otras localidades cercanas.

Una vez en el pueblo, es recomendable estacionar en el aparcamiento junto al río Fluvià. En este lugar se puede disfrutar de una impresionante vista del acantilado y del pueblo suspendido sobre él.

Este pueblo no solo es un excelente punto turístico, sino también se pueden iniciar rutas de senderismo que recorren el parque natural y sus alrededores.

Se pueden realizar actividades de todo tipo

Además de las actividades al aire libre, Castellfollit de la Roca ofrece varias atracciones culturales. La iglesia de Sant Salvador, del siglo XIII, aunque reconstruida después de la Guerra Civil Española, alberga exposiciones temporales y eventos culturales.

El Museo del Embutido es otra visita interesante, donde se puede aprender sobre la tradición de la conservación de carne en la región y disfrutar de degustaciones de productos locales.

Para los más aventureros, los alrededores del pueblo ofrecen la posibilidad de realizar rutas en bicicleta, paseos a caballo y hasta vuelos en globo aerostático. Cada una de estas actividades ofrecen una perspectiva única de este impresionante paisaje volcánico.

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