El pueblo de Cataluña que tiene un castillo precioso frente al mar: paisaje de ensueño
El Castillo de Tamarit es uno de los espacios más conocidos y emblemáticos de toda la Costa Daurada
Si estás pensando en hacer una escapada a la playa este verano, la propuesta que vamos a presentarte a continuación de seguro te va a enamorar. Y es que no hace falta irse lejos para disfrutar de paisajes y entornos de ensueño, en Cataluña hay infinidad de espacios de gran encanto y con mucha historia.
Playa y castillo medieval frente al mar... ¡Sí! Hablamos de Tamarit. Esta pequeña localidad a tan solo 13 kilómetros de Tarragona es uno de los destinos perfectos para visitar en la temporada veraniega.
Tamarit, el pueblo catalán que parece sacado de un cuento
El pequeño pueblo costero de Tamarit se encuentra ubicado al lado de la localidad de Altafulla. Tiene una densidad de población de apenas 2.000 habitantes, aunque este número crece debido a la gran cantidad de visitantes y turistas que recibe anualmente.
Y no nos extraña, pues es uno de los rincones más bonitos de Cataluña, una afirmación con la que también coincide el National Geographic. Este prestigioso portal destaca el Castillo de Tamarit como uno de los más "asombrosos" del territorio catalán.
Ubicada en una pineda al lado del mar Mediterráneo, esta emblemática fortificación medieval esconde una historia que se remonta al siglo XI. Las murallas y las torres de la fortaleza no se construyeron hasta tres siglos más tarde, cuando se vio la necesidad de reforzar la defensa ante posibles ataques.
Pese a que sus dueños iniciales fueron los condes de Barcelona, la propiedad del Castillo de Tamarit pasó al poco tiempo a estar en manos de la familia Claramunt. A día de hoy, es un espacio reservado para celebrar eventos y bodas de lujo.
La preciosa playa que esconde el Castillo de Tamarit
Otro de los espacios que convierte Tamarit en un lugar mágico y encantador, es la playa que se esconde justo detrás del castillo. Se trata de Cala Jovera, aunque también es conocida como Cala del Castell por su ubicación.
A esta pequeña playa virgen de 90 metros de largo solo se puede acceder a pie, siguiendo la N-340, en dirección al Castillo de Tamarit. Al tratarse de una cala natural, no cuenta con servicios. Eso sí, es un rincón que merece la pena visitar.
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