El pueblo catalán que ha despertado la risa de más de uno por su curioso nombre

En Cataluña, más allá de las rutas turísticas y los paisajes que se perfilan en las postales, existen pequeños rincones que destacan por la singularidad de sus nombres. Estos pueblos, a menudo desconocidos hasta para los propios catalanes, han comenzado a ganar notoriedad por la curiosidad y el humor que despiertan sus topónimos.

Con nombres que podrían parecer extraídos de un cuento de hadas o de un libro de bromas, estos pueblos invitan al turismo. Además, algunos de ellos también cuentan historias fascinantes sobre su origen. Unas denominaciones que a menudo son el reflejo de antiguas costumbres, eventos históricos o características geográficas y se han convertido en verdaderos puntos de interés cultural.

Este es el caso de Porrera, un pequeño pueblo ubicado en Priorat, una comarca de Tarragona.

El curioso nombre de Porrera

Porrera es un pueblo que, a pesar de su modesto tamaño, ha capturado la atención de viajeros y enófilos por igual. Este bonito pueblo, rodeado de viñedos y montañas, no solo destaca por sus vinos excepcionales, sino también por su nombre peculiar y su rica historia.

El nombre Porrera podría parecer extraño a los oídos modernos, pero su origen es tan curioso como significativo. Según las investigaciones etimológicas, el nombre deriva de la palabra latina porrarius, que se refiere a los terrenos dedicados al cultivo de puerros. La cual era una planta común en la región durante la época romana.

Esta conexión agrícola resuena aún hoy en día, dado el papel predominante que la tierra y el cultivo juegan en la identidad de Porrera. El nombre ha despertado la duda sobre cuál es el gentilicio y, aunque muchos esperan que sea porrero, no es así. A los habitantes de Porrera, se les conoce como porrerans y porreranes.

En 2023, la población de Porrera rondaba los 400 habitantes. Este número, aunque es pequeño, refleja una comunidad unida que ha sabido mantener y cultivar sus tradiciones a lo largo de los siglos.

Los atractivos de Porrera

Este pequeño pueblo tiene una historia rica que se remonta a la época medieval. La iglesia de Sant Joan Evangelista, construida en el siglo XVIII, es un testimonio de la importancia histórica de Porrera. Además, el pueblo alberga varios relojes de sol antiguos que adornan las fachadas de sus edificios.

Porrera es especialmente famosa por su contribución al mundo del vino. Y es que los viñedos que rodean el pueblo producen algunos de los vinos más apreciados de España.

Los visitantes llegan para degustar sus vinos, caminar por sus estrechas calles empedradas y disfrutar de las vistas panorámicas de las viñas y las montañas que lo rodean.