La preciosa cala de Cataluña que no tiene nada que envidiar a las de Mallorca

En verano, muchos de nosotros soñamos con descubrir rincones costeros que se alejan de las multitudes, esos paraísos escondidos donde podemos disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. Las calas son uno de esos tesoros que nos permiten conectar con el mar lejos del bullicio de las playas más conocidas.

En Cataluña, existen muchas de estas joyas escondidas, y una de ellas, ubicada en la Costa Dorada, no tiene nada que envidiar a las famosas calas de las Islas Baleares.

Cala Justell: Un refugio de tranquilidad

A tan solo una hora y media de Barcelona, en la provincia de Tarragona, se encuentra la Cala Justell, una pequeña cala aislada en la localidad de l'Hospitalet de l'Infant. Esta cala, ofrece un encanto singular que la convierte en un destino ideal para aquellos que buscan escapar del ajetreo y disfrutar de un día de relax junto al mar.

Cala Justell se caracteriza por su composición de arena y rocas, lo que le da un aspecto salvaje y natural. A diferencia de muchas playas de la zona, esta cala no está muy concurrida, lo que la convierte en un lugar perfecto para quienes desean disfrutar del mar en un entorno tranquilo.

Sus aguas son tranquilas, ideales para un baño relajante, y ofrece una sensación de aislamiento que pocos lugares pueden ofrecer. Tiene fácil acceso en coche, aunque el aparcamiento no está vigilado y tiene menos de 50 plazas, por lo que es recomendable llegar temprano para asegurarse un lugar.

Un secreto bien guardado de la Costa Dorada

Aunque está cerca de la Central Nuclear de Vandellòs, este aspecto no ha afectado a la belleza natural de Cala Justell. De hecho, su relativa proximidad a este tipo de infraestructura ha contribuido a que se mantenga menos masificada y más preservada. La cala ofrece un refugio perfecto para aquellos que buscan una conexión más directa con la naturaleza, sin las distracciones de una playa sobrecargada de servicios y turistas.

Además, Cala Justell es accesible también por mar, lo que la convierte en una parada interesante para quienes disfrutan de la navegación. La combinación de sus aguas claras y su entorno natural, crea una atmósfera de tranquilidad que es difícil de encontrar en otros lugares.

Esta cala es una joya escondida de la Costa Dorada, que no tiene nada que envidiar a las calas de Mallorca. Su belleza natural, su tranquilidad y su fácil acceso la convierten en una opción ideal para quienes buscan una experiencia lejos del bullicio de las playas más conocidas.