Polémica en Barcelona: cambian el nombre de tres calles de santas por otras mujeres

El barrio de Gràcia de Barcelona vive ahora una polémica por lo que al nombre de sus calles se refiere. Y es que el ayuntamiento de Barcelona tiene intención de cambiar el nombre de tres calles de santa. Concretamente Santa Rosa, Santa Magdalena y Santa Ágata. 

El ayuntamiento quiere substituirlos por los de tres mujeres de la masia de Can Trilla, la propietaria en el siglo XIX de los terrenos de la actual Vila de Gràcia. 

Rosa Puig-rodon Pla, Madgalena E. Blanc y Àgata Badia i Puig-rodon, son los nombres elegidos para quitar la palabra “santa” de estas calles del centro de Barcelona. 

Este cambio, para el que aún no hay fecha, se ha hecho a petición de una mesa de memoria del distrito de Gràcia. Pese a eso, el gesto ha enfadado a muchos vecinos de este barrio barcelonés que consideran que con una placa conmemorativa de la masia de Can Trilla, era suficiente. 

El colectivo de abogados cristianos, que también se opone a este cambio de nombres, ha recogido firmas y ha enviado cartas al ayuntamiento de Barcelona, para frenar este cambio. 

Las redes también han criticado esta decisión del ayuntamiento de Barcelona. 

“Cambiar Santas por burguesas, ¡claro que sí! Dando respuesta a la nueva religión de mediados del siglo XX: El Consumismo. ¿Por qué no científicas, políticas, escritoras, actrices…?”, escribía una usuaria de X, antes Twitter. 

Barcelona cambia nombres de mujeres por nombres de mujeres

Cabe recordar que este cambio no influirá en el nombre de calles de Barcelona que llevan nombre de mujer. De hecho, actualmente, solo el 9% de las calles de la ciudad condal tiene nombre de mujer, la mayoría de ellos vinculados a la nobleza o a la iglesia. 

La regidora de Feminismos y Memoria Histórica del Ayuntamiento de Barcelona, Raquel Gil, ha asegurado que “era importante recuperar estos nombres, que deberían haber sido puestos originalmente”. 

Pese a su justificación, muchos usuarios en redes le han achacado a la regidora que el cambio no ayuda a que haya más calles con nombre de mujer. Además, la han acusado de querer borrar la memoria religiosa del país.

Este cambio de nombre de las calles obligará a los residentes y a los negocios de la zona a modificar documentos oficiales, de bancos o de otras empresas de servicios.