María, la joven de 26 años que ha muerto justo el día en el que se iba a casar

María, una joven de 26 años, falleció el mismo día que iba a contraer matrimonio con su novio de toda la vida. El 6 de abril era la fecha escogida para la boda, pero el cáncer contra el que llevaba luchando desde hace 3 años, acabaría con su vida precisamente esa jornada.

El pasado mes de noviembre se puso en contacto con Sara Jiménez, del restaurante el Patio Doña Manuela, en Utrera (Sevilla). Le extrañó las prisas de la celebración, ya que "estoy acostumbrada a que se tomen las fechas con más tiempo", apunta Sara.

María le contó que se encontraba enferma y que quería celebrar el enlace cuanto antes para no esperar a estar peor, recoge la web de Telecinco. Lo que empezó como una charla de preparación de boda acabó convirtiéndose en una relación más personal y de confidencias. Hasta el punto de que Sara iba a convertirse en la persona que oficiaría la boda.

La joven lo tenía todo preparado para casarse con Fran, su pareja desde hacía 11 años. Nunca se habían separado. Sobre todo en los últimos 3 años, cuando a ella se le diagnosticó la enfermedad.

María luchó con todas sus fuerzas

Los médicos decidieron hace unos meses retirarle la quimioterapia a María después de varias sesiones y algunas intervenciones que no dieron el resultado esperado. Ese fue el momento escogido por su chico para pedirle matrimonio.

"Mi madre dice que estoy loca, qué cómo me voy a meter en planes de boda", le había dicho con una sonrisa a Sara durante los preparativos. Destaca de ella la enorme "entereza" que demostraba en sus palabras.

Nunca le faltaron las fuerzas para preparar el que sería su gran día al lado de los suyos. Acudió a la prueba del menú con una sonrisa que nunca faltaba, ocupándose también de elegir las flores y otros muchos detalles. "Viéndola, no podías pensar que estaba enferma", señala conmovida su amiga a través de una publicación en Instagram.

Quiso dedicarle unas emotivas palabras por la entereza y su capacidad para hacer feliz a los demás cuando el cáncer hacía de las suyas. "Fran siempre contaba que cuando venía mal de la quimio, no decía nada, salvo que tenía sueño", apunta. Y lo más probable es que "estaba rabiando".

No quería ser el foco de atención ni que los demás interrumpieran su vida para atenderla. De hecho, como apunta Sara, le había pedido a su novio que rehiciera su vida cuando ella se ausentara.

Durante unas cuantas jornadas fue elaborando el discurso que iba a leer el día de la boda. "Quería emocionarles, pero que no diera pena", indican.

Todo ocurrió en cuestión de muy poco tiempo

Dos semanas antes del fatal desenlace, la pareja de novios había acudido a otra boda como invitados. El lunes siguiente, el novio de María se pasó por el salón de celebraciones para comprobar que todo estuviera preparado para la gran cita.

Pero al cabo de unos días, la joven "empeoró y la llevaron al hospital". En muy poco tiempo "dio un bajón", y el miércoles, Fran se podría en contacto con ella para anular la celebración.

El 6 de abril, Sara recibió un mensaje en su teléfono, donde le comunicaban la noticia que nunca hubiera deseado conocer. "María había fallecido esta madrugada", apunta emocionada.