La joya secreta del centro de Barcelona que sorprende a todos los visitantes
En Barcelona se encuentra la Basílica de la Purísima Concepción, una iglesia que esconde muchos misterios
En Barcelona se esconde una joya secreta que deja perplejos a todos los visitantes: la Basílica de la Purísima Concepción. Más conocida como la ''Concepción'' esta iglesia centenaria cautiva por su arquitectura majestuosa y su aura de misterio. Ubicada cerca del centro de la ciudad condal, la Basílica guarda en su interior secretos y una historia que sorprende a cualquiera.
La Basílica se encuentra ubicada en la calle Aragón, 304, en Barcelona. Sus orígenes se remontan al siglo XIV-XV, aunque algunos argumentarían que su construcción real tuvo lugar en el siglo XIX. Este templo, enclavado en pleno corazón de Barcelona, sorprende a quienes lo visitan por su antigüedad y su excelente estado de conservación, especialmente considerando su ubicación algo alejada del bullicio condal.
Esta iglesia de Barcelona tiene un enigma detrás
El claustro de la Basílica es uno de los elementos que más llaman la atención, pues se encuentra notablemente bien conservado a pesar de su ubicación en la ciudad de Barcelona. Sin embargo, detrás de este enigma de cambios de fechas y claustro increíble se encuentra una historia integrante que explica tanta confusión en torno a sus fechas y al magnífico estado.
En 1869, Barcelona se enfrentó a una importante reforma urbanística que tenía como objetivo transformar la ciudad condal. En aquel momento, la Basílica se encontraba en una ubicación cercana a la plaza Urquinaona, en pleno centro de la urbe. Esta reforma decidió derribar el templo, pero el rector de la época logró idear una estratagema para salvarlo.
La solución consistió en desmontar meticulosamente la iglesia, piedra por piedra y volverla a montar. Para poder hacerlo correctamente se numeraron cada una de ellas y luego la reconstruyeron en otro lugar, como si se tratara de un rompecabezas. La calle Aragón, que por aquel entonces era en un extenso campo de prados, proporcionó el espacio suficiente para poder hacer este traslado.
La reforma de Barcelona pudo hacer que la ciudad se engrandeciera
A pesar del éxito de esta idea al conseguir que hoy podamos disfrutar de esta iglesia, el cambio de ubicación implicó que el espacio del templo fuera mucho más reducido. Seguramente esto hizo que algunas de las piedras originales del lugar se perdieran por el camino. A pesar de ello, esta basílica de Barcelona conservó su encanto medieval hasta hoy en día.
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