Indignación por lo que han encontrado en un kebab muy conocido de Barcelona

Sorpresa de lo más desagradable en un local de Barcelona. Un usuario ha estallado en las redes tras el último e inesperado hallazgo que se ha producido en un kebab de la ciudad.

Un cliente acababa de comprar uno de los productos de un conocido establecimiento de Barcelona cuando se ha percatado de algo bastante desagradable que no se esperaba en absoluto.

Tras desenvolver el papel de aluminio para proceder a comerse su kebab, ha constatado como un insecto se encontraba enganchado en la masa.

Indignación por el hallazgo de un insecto en un kebab de Barcelona

Las redes han estallado tras el último y desagradable hallazgo que se ha hecho en un kebab de Barcelona. Un usuario de la red social X (antes Twitter) hacía público lo que había encontrado un cliente de un conocido local de la ciudad.

"Me ha dado por mirar las reseñas del kebab de al lado de la Razz... Enjoy", decía el usuario de X @FoscaCinetica. Y lo hacía acompañando el mensaje de dos imágenes sorprendentes, publicadas por el cliente en las reseñas del local en Google.

"Creo que no hay nada más que añadir", se mostraba indignado Luca Florindi, el cliente que había encontrado la 'sorpresa' en el kebab que acaba de comprar en el establecimiento. Se trata de uno muy cercano a la conocida sala de fiestas Razzmatazz y con una gran clientela.

Todo ocurría cuando el cliente afectado se decidía a comprar un kebab en este local. Lo que no se esperaba en absoluto es lo que le ocurriría unos instantes después, cuando se disponía a comérselo.

Era entonces cuando, al desenvolver el papel de aluminio, se topaba con la desagradable sorpresa. En la masa del kebab, había un insecto, de unas proporciones bastante grandes y parecido a una cucaracha, enganchado en la masa.

No es la primera vez, pero, que algún local de kebab se ve afectado por algo similar. El pasado mes de mayo, un establecimiento de Madrid fue obligado a cerrar tras sufrir una plaga de cucarachas y mosquitos. 

Después de una inspección, y tras pedir al responsable la documentación, se dieron cuenta de que el local no presentaba, además, licencia de actividad ni de funcionamiento.

Sus productos cárnicos y lácteos no tenían tampoco ninguna etiqueta en la que constase la fecha de caducidad, por lo que acabó siendo clausurado.