La histórica escuela que cierra para siempre en Barcelona
La escuela, que está ubicada en el centro de Barcelona, pone punto y final a una etapa que ha acompañado a decenas de familias
Tras 84 años de servicio educativo en el corazón de Barcelona, la escuela Sagrat Cor de Ribes anuncia su adiós definitivo. La noticia ha sido recibida con sorpresa y consternación por parte de los padres y los alumnos de la escuela. Sin duda, marca el fin de una era para esta histórica institución del distrito del Eixample de Barcelona, tal como avanzaron en Metrópoli.
Inicialmente, la dirección de la escuela contempló limitar el cese de actividades a las etapas de infantil y primaria. Sin embargo, debido a diversas circunstancias, se ha tomado la decisión de cerrar completamente sus puertas. La matrícula actual de la escuela asciende a 258 estudiantes.
La causa del cierre de la escuela de Barcelona
La principal causa detrás de esta drástica medida es la disminución del alumnado en los primeros cursos. Asimismo, está agravada por la disminución de la población infantil y la insuficiente financiación que reciben los colegios concertados en Barcelona. Por contra, se ha dado un aumento del 17% en la matrícula de los centros públicos en la misma zona de Barcelona durante los últimos ocho años.
Por su parte, el Consorcio educativo se ha comprometido a acompañar a la escuela en esta decisión. Así como a garantizar la escolarización de los alumnos a través de un proceso extraordinario de preinscripción.
El Departamento de Educación también ha expresado su reconocimiento hacia la labor de la escuela a lo largo de su historia. Destacando su compromiso con una educación inclusiva y de calidad en Barcelona.
El desafío de las escuelas concertadas
El fin de la escuela Sagrat Cor de Ribes no solo el final de una institución educativa en Barcelona. También es el reflejo de los desafíos que enfrentan las escuelas concertadas en un contexto de cambios demográficos y financieros.
Una escuela concertada es un tipo de centro educativo que recibe financiación pública, pero que también tiene autonomía para gestionar su proyecto educativo, selección de profesorado y admisión de estudiantes. Estas escuelas suelen ser gestionadas por entidades privadas como organizaciones religiosas, fundaciones o asociaciones sin ánimo de lucro.
A diferencia de las escuelas públicas, las concertadas reciben fondos públicos por cada estudiante matriculado. Pero también pueden recibir financiación adicional de otras fuentes como donaciones privadas o cuotas pagadas por los padres.
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