Helena García Melero señala cuál es la panadería que hace el mejor pan de Sant Jordi

El mejor pan de Sant Jordi se puede comprar en Barcelona. Todos los maestros de la panadería catalanes utilizan la misma receta, el punto diferencial se marca por la calidad de los ingredientes. También por las técnicas de amasado y horneado.

Ya se puede decir que el mejor pan de Sant Jordi se puede comprar y comer gracias a L'Obrador dels 15, como ha señalado la propia Helena García Melero. Esta panadería está ubicada en el barrio de Guinardó de Barcelona y ya lo tiene todo listo para conmemorar una de las jornadas más esperadas en Cataluña.

Un pan de Sant Jordi con mucha elaboración

Tal como ha explicado Mònica Gregori, la propietaria, en Tot es Mou, el programa de Helena García Melero en TV3, el pan contiene unos alimentos que hacen que tenga ese color. La bandera catalana, más conocida popularmente como senyera, se elabora con la mezcla de la sobrasada, el queso y el huevo. A partir de ahí, hay que tener un buen dominio del amasado y garantizar una buena base gracias a la masa madre.

Además, Gregori apunta que en este local de Barcelona todo lo que se utiliza es de máxima calidad y proximidad, por lo que el éxito no es cuestión de suerte. Concretamente, la sobrasada es de productores de Santa Perpetua de Mogoda, el queso es de la Seu d'Urgell y las nueces de Tarragona.

Los veganos también tienen su propia versión

Todo ello se traduce en un auténtico sabor catalán y en una receta que nunca falla. Además, solo se puede degustar un día al año, por lo que su valor es todavía mayor. Para el público más exigente también han elaborado este año el pan de Sant Jordi vegano.

En esta ocasión, los colores se han obtenido gracias a la remolacha, el lino, el maíz, la cúrcuma y las semillas de girasol. Eso sí, si hay algo que nadie puede negar es que las cosas que se hacen con cariño siempre saben mejor.

Por ello, la propietaria del negocio asegura que ella y todos sus trabajadores sienten una gran pasión por su trabajo. Todo ello se convierte en la mejor receta para disfrutar de un Sant Jordi cultural, catalán, tradicional y, sobre todo, sabroso.