Una mujer sonriente señala un cartel borroso en un paisaje de un pueblo con árboles y una iglesia al fondo.
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Este es uno de los nuevos pueblos más bonitos de España: a 3 horas de Barcelona

La Fresneda es una opción que ofrece cultura, naturaleza y gastronomía para los turistas que decidan visitarla

A menudo nos pasamos la vida buscando la belleza fuera de lo que tenemos en casa. Y, también a menudo, la vida se encarga de enseñarnos que no siempre es así. De hecho, existe mucha belleza a nuestro alrededor, pero solo hay que saber encontrarla y disfrutarla.

Un ejemplo son los múltiples pueblos del país que esconden en cada una de sus calles historia y cultura a raudales.  Uno de ellos se encuentra a apenas tres horas de Barcelona y promete no defraudar a todos los que lo visitan. Se trata de Fresneda, en Teruel.

Este pueblo ha consolidado como un destino turístico destacado a pesar de contar con menos de 500 habitantes. Situado en una ladera de montaña, La Fresneda cautiva a sus visitantes con su riqueza patrimonial y belleza natural. El municipio es famoso por su arquitectura de piedra y su emblemática plaza porticada, que forman un conjunto de gran atractivo.

Edificio histórico de piedra con arcos y balcones adornados con banderas visto desde un arco de piedra.

La Fresneda y sus atractivos

Entre los edificios más destacados figura el Ayuntamiento, una joya del siglo XVI de estilo gótico-renacentista. Así como el palacio de la Encomienda, antigua residencia del comendador de la orden de Calatrava. También sobresalen los restos de un castillo de origen árabe, diversas casas señoriales de los siglos XVII y XVIII.

Finalmente, la iglesia de Santa María la Mayor corona el pueblo desde lo alto de la colina. Uno de los aspectos más curiosos de La Fresneda son sus antiguas cárceles, incluidas en la singular Ruta de Cárceles del Matarraña. La localidad albergaba dos prisiones en el pasado: una destinada a presos privilegiados y otra a presos comunes.

Estos espacios ofrecen una perspectiva única sobre la historia de la región y ofrecen un plus para los turistas. Además del patrimonio histórico, los alrededores de La Fresneda son un paraíso natural. Rutas de senderismo recorren la cuenca de su río, ofreciendo vistas de campos de almendros, olivos y viñedos.

Este entorno agrícola se refleja en la gastronomía local, que destaca por su enfoque en productos de proximidad. Los platos, elaborados con hortalizas, cerdo y conejo, se complementan con exquisitos postres y vinos de la región.

Una carretera rural con un cartel que indica la entrada a La Fresneda, un conjunto histórico artístico, con una casa de dos pisos al lado y un cielo parcialmente nublado.

La Fresneda y más pueblos con encanto

La Fresneda combina historia, naturaleza y una oferta culinaria de calidad. Sin duda, se convierte en un destino que merece ser descubierto por los amantes del turismo rural y cultural. Es un lugar perfecto para perderse y disfrutar de la auténtica esencia de la zona, pero muy cerca de Barcelona.

La Fresneda es un ejemplo más de pueblos con encanto, pero no el único. De hecho, existen otros con pasado medieval que dejan sin palabras a sus visitantes. Montflacó Murallat, en Lérida, se mantiene impasible al paso del tiempo con todas sus edificaciones dentro de la muralla medieval.

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