Una mujer con la mano levantada y los ojos cubiertos aparece sobre una vista aérea de un pueblo, con un mapa en la esquina superior derecha que destaca una región en rojo.
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Este es el pueblo más ‘feo’ de toda la provincia de Tarragona: inesperado

Una revista ha publicado una lista que deja en muy mala posición algunos pequeños municipios de Cataluña

Existe un pueblo en Tarragona que es mejor no visitar. O al menos así se desprende de la lista elaborada por la revista Viajar. Precisamente esta demarcación catalana es una de las más bellas y atractivas para los turistas.

Sus playas suelen atraer a miles de personas cada verano. Aunque también tiene zonas de interior de gran interés y con un importante legado cultural e histórico. Pero parece que la revista no incluiría nunca al pueblo de Tarragona, considerado como el más feo: Perafort.

Ubicado en la comarca del Tarragonès, apenas supera los 1.000 habitantes. Es un municipio pequeño, obrero y muy cercano a otras ciudades más queridas y apreciadas como Reus o Tarragona. Los criterios para escogerlo como uno de los pueblos más feos de Cataluña han sido delimitados por la inteligencia artificial, por lo que la revista no quiere responsabilidades.

Calle estrecha con edificios antiguos y una iglesia al fondo en un día nublado.

La historia del pueblo más feo de Tarragona

Aunque para algunos no sea un lugar idílico para visitar, lo cierto es que su historia encierra aspectos que pueden interesar a muchos. En este sentido, se han encontrado diversos restos arqueológicos que demuestran la presencia de habitantes durante la ocupación romana. No sorprende este tipo de información después de saber que la misma Tarragona fue romana durante años.

También allí quedan rescoldos de una época gloriosa en la que los romanos encontraron mar, belleza, buen clima y buenos alimentos. Por su parte, Perafort quedó despoblado durante la época sarracena y no se repobló hasta después de la reconquista. Se sabe que su primer señor fue Guillem de Claramunt, alguien que seguramente sí que vio algo interesante en el pueblo.

Más adelante, a principios del siglo XIII, Perafort perteneció a los señores de Castellvell. Finamente, y después de pasar por diversas manos, en 1467 la señoría quedó en poder de la curia de Tarragona. Puigdelfí y Perafort se unieron para formar un único municipio en 1846, y así siguen después de décadas.

Plaza con una iglesia de piedra y un edificio antiguo, con un reloj en la torre, árboles y un cruce peatonal en el centro de la imagen.

Los pueblos más feos de Cataluña

Tarragona no ha sido la única provincia catalana que se ha visto señalada con el dedo. Asimismo, en la lista también se pueden leer otros nombres de pueblos como Alfarràs, Lérida, La Jonquera o Santa Coloma de Gramenet, en Barcelona. Todos ellos parecen no acumular los suficientes atractivos para librarse de esta fatídica lista.

Seguro que sus vecinos y políticos no pensarán lo mismo, aunque después de esta publicación tendrán que trabajar su perfil más turístico. O tal vez no, ya que en los pueblos existe una calma innata que a menudo es mejor preservar como el mejor de los tesoros. Qué importa si dicen que eres feo, si vives tranquilo.

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