La escena que muestra la imparable degradación en el metro de Barcelona

El metro de Barcelona se ha convertido desde hace tiempo en un submundo donde la gente que va a trabajar o vuelve a casa tiene que convivir con todo tipo de delincuentes. Un vídeo reciente refleja a la perfección la situación límite a la que se ha llegado. Se trata de una pelea multitudinaria entre jóvenes de origen marroquí.

Las imágenes fueron captadas el pasado fin de semana en la estación de la Línea 1 del Metro de Barcelona. Un robo desató una pelea entre jóvenes marroquíes con puñetazos, patadas y empujones, ante la atónita mirada de los pasajeros. En el vídeo se ve también como tiene que intervenir el personal de seguridad.

El Metro de Barcelona fue escenario de una brutal agresión a varias mujeres el mes pasado, en un caso que generó mucho revuelo. El autor fue un joven magrebí, que inicialmente fue puesto en libertad. Aquello puso en evidencia la situación de degradación del transporte público en Cataluña, que se hace extensivo a la inseguridad en muchas ciudades catalanas ante la pasividad de las autoridades.

Otra pelea multitudinaria en el metro

El vídeo de la pelea multitudinaria del metro ha circulado en las redes y ha servido para denunciar la inseguridad en el metro de Barcelona. Los usuarios han estallado, y en las redes sociales advierten de que “Barcelona está fuera de control”. Dicen que “hay que hacer algo” porque “la situación estallará y será demasiado tarde”.

Según los últimos datos, los hurtos en el metro de Barcelona se han disparado un 47% y las agresiones sexuales un 45%. Una situación preocupante a la que Interior quiere hacer frente con campañas publicitarias y de concienciación. Además, los propios responsables niegan el problema y aseguran que el transporte público en Cataluña es seguro.

La policía cuenta con agentes que trabajan exclusivamente en el metro, en coordinación con la seguridad privada de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB). La seguridad parece desbordada ante escenas como esta, que son cada vez más habituales. Además, el metro se ha convertido en un lugar habitual de consumo de drogas e incivismo sin ningún tipo de control.