La decisión que ha tomado Cataluña con las empresas ante la emergencia por sequía

En respuesta a la emergencia que está viviendo Cataluña por sequía, la Generalitat ha tomado una decisión sin precedentes al autorizar a las empresas privadas a utilizar sus propias desaladoras. Esta medida, que está destinada a mitigar los efectos de la escasez tan grande de agua, busca evitar nuevas restricciones en el suministro hídrico para parar la sequía. La iniciativa refleja la urgencia de abordar la crisis hídrica y destaca la colaboración entre sector público y privado en Cataluña.

La Generalitat ha dado luz verde a las empresas que quieran usar sus propias desaladoras para abastecerse de agua y así evitar más restricciones en sus actividades económicas. Quedan pocas semanas para que comience la temporada turística de Semana Santa, por lo que esta noticia habría sido muy bien recibida por los hoteleros. Especialmente los de Lloret de Mar, en la costa de Cataluña, que fueron los primeros que propusieron esta iniciativa para poder llenar sus piscinas.

La Costa Brava se prepara para la llegada del buen tiempo, y con él, el punto más álgido de sus ganancias. Esta noticia ha sido como un soplo de aire fresco para los hoteleros, que pueden vivir con deseo el hecho de poder continuar con las actividades rutinarias del periodo vacacional.

Luz verde a la entrada de fase de emergencia II a 12 municipios de Cataluña por la sequía

El Comité Interdepartamental ha aprobado la entrada en esta fase a 12 municipios catalanes. En concreto, se trata de aquellos que dependen del pantano de Darnius-Boadella, que se encuentra en Girona y ahora mismo está al 11% de su capacidad en total. Estos tendrán que reducir su consumo máximo por habitante y día de 200 litros, que estaban antes de la sequía, a 180. 

La Generalitat también ha concretado flexibilización de las restricciones de agua al sector primario después del ciclo de protestas de las últimas semanas. En cuanto a la ganadería, el ejecutivo habría acordado retirar la obligación impuesta de reducir un 50% el uso de agua en aquellas explotaciones basadas en hebras reproductoras. En el caso de las de engorde para carne, sí deberá reducirse el consumo de agua en un 50%, o el porcentaje que se les apruebe en el plan de ahorro.

Por lo que hace la agricultura, la reducción de ese 80% ya impuesta en uso de agua no será obligatorio, pero no para todos. Esta medida será solo expuesta para las explotaciones donde la actividad se basa en cultivos leñosos o permanentes. El porcentaje de reducción será el que permita garantizar la supervivencia de estos mismos.