Cómo afectarán a nuestro día a día las restricciones por sequía en Cataluña
La portavoz de la Generalitat ha afirmado que "es casi imposible" evitar la declaración del estado de emergencia
La Generalitat de Cataluña confirma que es “casi imposible” evitar la entrada en fase de emergencia por sequía este mes de enero. “Si no hay aportaciones de lluvia durante este mes de enero, y no digo de lluvia, sino de mucha lluvia, entraremos en estado de emergencia en las próximas semanas”, ha sentenciado la portavoz del gobierno catalán, Patrícia Plaja.
Las cuencas internas catalanas se sitúan por debajo del 17% y, actualmente, todas ellas están en peor estado en comparación a hace un año. En caso de caer por debajo del 16 comportaría anunciar la fase de emergencia para toda el área metropolitana de Barcelona.
Tres embalses se encuentran por debajo del 10%
La situación más dramática porcentualmente es para los embalses tarraconenses de Siurana y Riudecañas, ambos por debajo del 4% de sus capacidades. Por otro lado, Sau, el segundo más grande con una capacidad máxima de 165,26 hm³, apenas tiene una docena, lo cual significa menos del 8% de su capacidad.
A esta situación se llega tras una trentena de meses consecutivos sin lluvias regulares y con el govern tratando de aplazar lo inevitable con continuas campañas de concienciación. A pesar de los esfuerzos de la ciudadanía, que redujeron el consumo de agua del pasado mes de noviembre en un 12% respecto al del año pasado, no es suficiente.
¿Qué implica la declaración de la fase de emergencia?
La entrada en emergencia reducirá el consumo de agua a 200 litros al día por habitante que, en un futuro, podrían disminuir a 180 y, seguidamente, a 160. Aparte, también se reducirá el consumo de agua de actividades económicas como la industria y la agricultura.
El pasado mes de noviembre, tan solo 11 de los 947 municipios se encontraban en fase de normalidad, es decir, sin ningún tipo de restricción. Del resto, 200 de ellos no cumplían con el límite impuesto en ese momento. Según la fase en la que se encontrase el municipio, el límite oscilaba entre los 200 y los 250 litros al día por habitante.
El conseller de Acción Climática de la Generalitat, David Mascort, también ha hablado sobre otras medidas que se tomarán para reducir el consumo como cerrar las duchas de los centros deportivos. Además, también se pospondrán las concesiones de uso intensivo de agua.
La amenaza de las sanciones revolotea por encima de los municipios
Además, para aquellos municipios que no cumplan con las restricciones corren el riesgo de recibir sanciones. Hasta la fecha se han abierto una trentena de expedientes que están en fase de alegaciones.
Mascort asegura que el objetivo es concienciar y que “durante este año los ayuntamientos se han puesto a trabajar” para reducir los consumos. No obstante, si los consumos continúan siendo excesivos al cabo de unos meses, habrá sanciones.
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