Cierra para siempre un emblemático negocio de Gerona tras casi 100 años de historia

Casi un siglo después, el icónico negocio de Gerona cierra sus puertas de manera definitiva. Con 92 años de servicio ininterrumpido, la última tienda de comestibles de la Vall de San Daniel, en Gerona, baja su persiana debido a la jubilación de la responsable del negocio. Este cierra marca el fin de una era en la comunidad, dejando un legado de casi un siglo de servicio y contribución a la vida local de Gerona.

Tras casi un siglo, el establecimiento Queviures Sant Daniel, en la Vall de Sant Daniel, cierra sus puertas de manera definitiva. La noticia llega junto a la jubilación de María Jiménez Hortal, quien ha sido la responsable de este negocio durante los últimos 18 años. Esta tienda inició su trayectoria en la década de los años treinta, en 1931, exactamente, de la mano de Manel Rafart y Maria Font, siendo el único del entonces pueblo.

Es la única tienda de comestibles que existe en este rincón de Gerona

Durante décadas, Queviures Sant Daniel ha sido mucho más que un simple comercio; ha sido también un punto de encuentro entre vecinos. María, cariñosamente conocida como ''La Mari'', ha sido una figura central en la vida del pueblo. La propietaria siempre ha dicho tener una buena relación tanto con los clientes, como con los dueños del negocio.

A lo largo de los años, la tienda ha evolucionado para adaptarse a las necesidades cambiantes del pueblo. Inicialmente, ofrecía una variedad de productos básicos como las hortalizas, granos, aceites y carnes. De esta manera, el local se convirtió en un lugar donde los residentes podían encontrar todo lo que necesitaban sin tener que desplazarse largas distancias.

Sin embargo, a medida que el tiempo avanzaba, la clientela y las demandas del mercado también cambiaban. La llegada de los supermercados en línea y las multinacionales representó un desafío para la tienda, pero María supo mantener a flote el negocio. Logró cultivar una clientela fiel que valoraba la calidad del servicio personalizado que ofrecía.

La actual propietaria María se jubila

Con la decisión de María de jubilarse, los propietarios han decidido reformar la finca y, de esta manera, se cierra un capítulo en la historia de la Vall de Sant Daniel. Aunque María se despide con nostalgia del local, según cuenta El Diari de Girona, seguro que ''La Mari'' es recordada por años.